El día de hoy me tocó ser parte de la historia.
Toda la semana me eché la convención demócrata por CNN. Y vaya que hubo grandes momentos para la memoria. El discurso de Michelle. La aparición de Ted Kennedy. La claudicación de Hillary. El respaldo de Bill. La unción de Biden.
Pero nada de esto tiene comparación con lo acontecido en el estadio Mile High de Denver, Colorado, ante más de 75 mil presentes y millones y millones de teleespectadores, radioescuchas & cibernautas.
Obama aprovechó el 45° aniversario del mágico discurso de Luther King para pronunciar el suyo, uno descrito por Patricia Janiot como único en décadas de su experiencia periodística. Un discurso que tuvo de pie e hizo llorar o conmovió en lo más hondo a todo tipo de personas: cristianos, ateos, musulmanes, judíos, blancos, negros, latinos, asiáticos, demócratas, republicanos, independientes...
Fue algo para la historia.
Con guante blanco, pero firme, de pendejo e ignorante no bajó a McCain, y repitió en repetidas ocasiones que 8 años eran suficientes, ante la desastrosa administración Bush.
Y declaró entre los ejes de su programa mejores aspectos en educación, recaudación tributaria, calentamiento global, medio oriente, petróleo, derechos laborales y asistenciales, lucha contra el terrorismo, aborto, uniones gay, etc.etc.etc...
Los republicanos, cagados de miedo, respondieron de inmediato con cuestionamientospendejos. Están cagados de miedo ante la posibilidad real de un cambio de giro del Imperio. Uno radical. Por ello las transnacionales, en especial las petroleras, atacarán de forma despiadada a Obama en los próximos meses, considerándolo un peligro para Estados Unidos. Aunque la diferencia entre Obama y el Peje es abismal. El Peje jamás me esperanzó de la forma en que lo hace Obama.
Realmente envidio a todos los asistentes a este discurso. Hubiera dado lo que fuera por estar ahí, aunque fuera en la última fila. Pero ser parte de esa enorme catarsis colectiva.
Se veían mujeres y hombres llorando, emocionad@s en sobremanera por la oratoria de Obama.
Y por ende no faltará quien lo relacione con Hitler, o el anticristo... el líder carismático que pasma al mundo entero.
Los próximos meses serán de ardua lucha, pero -esperemos- al final la luz prevalecerá sobre el oscurantismo de la sanguinaria era Bush...
Bien por el blog, un abrazo. Juan Pablo Peralta
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