sábado, 23 de mayo de 2009

Libros leídos V: Pasiones Romanas







Acabo de terminar de leer el libro Pasiones Romanas de la escritora/filóloga/profesora María de la Pau Janer. Lo comencé a leer el martes por la mañana, pese a tenerlo desde meses atrás. Lo compré en el walmart, un día que iba por mis cómics semanales. ¿Por qué ese libro, acostumbrado a comprar más literatura clásica o de humor/reflexión?

Ni la portada ni el título tuvieron que ver, ciertamente, chiquillos y chiquillas. Fue más bien la contraportada la encargada de seducirme, de hipnotizarme, de llamarme con su vocecita seductora, haciendo que aparte de mi semanal Planet Hulk/World War Hulk, me llevara ese bien entre mis brazos, con el firme propósito de poseerlo pletóricamente... ¿why? Digo, estaba al lado de Las 33 estrategias de la guerra, del mismo autor de una de mis nuevas biblias, Las 48 leyes del poder, que nunca compré por caro, porque no le veía uso...

Aquello de que un hombre dejaba botado su presente para ir en busca de la mujer que dejó ir me eclipsó. De alguna forma me recordaba mi historia con Alondra. La firme convicción de que un día iría por ella, o me la toparía, por azar, como ya sucedió una vez. Quizá también por eso no lo leí de inmediato. Lo archivé entre los cientos de libros de tercera categoría de mi hermosa colección. Y no sé porque razón tuve la imperiosa urgencia de leerlo. 6 partes. Una por día. Trancas. pero fue en 4 días & 5 madrugadas. Era como una necesidad...

En lo que respecta a la literatura, los primeros capítulos son hermosos... llenos de detalles surrealistas y psicológicos que definen y destinan a cada uno de los personajes, que son muchos para mi gusto. Siento que sobran. La historia pudo reducirse la mitad sin esos personajes de relleno... aunque fueron usados para darle mayor fuerza a los 3 principales. Aún así siento que sobran... la historia de María, de Antonia... la parejita de Marcos & Mónica... si acaso la historia de Matilde, pero no tan protagonista.... y aquí es donde mi segunda opinión al respecto literal: demasiadas muertes... los tres esposos de Matilde. Gabriele. Su abuelo. Chale loco. Y otra cosa: siento que se esfuerza demasiado en recalcar que conoce a la perfeccion parte de Francia y la siempre hermosa Italia. Cortázar me regala una panorámica primorosa de París en Rayuela sin tanto parloteo.

Lo estético vs. lo redundante... los detalles que arman un ambiente excelso contra la excesiva reiteración a la muerte, a los nombres de los lugares. Leyendas locales, comparativos artísticos que le dan realce a los protagonistas vs. un final injusto...

Leer esto me recordó a Alondra. Pero no al amor de mi vida, sino a la telenovela homónima, misma que vi día a día siendo jovencillo chaqueterro en el lejano 95... la joven que se quiere comer el mundo, que se enamora de un madurón -abogados ambos cuatro, y que luego se enamora de un joven que trata de conquistarla y ganarse su corazón, al que quiere, sí, pero que no puede superar la sombra de Bruno Leblanc...

Ahora... de no haber vivido lo que he pasado, anexaría a lo negativo el hecho del tema "destino". Mandaría al diablo cual instituciones esa idea de que podemos encontrarnos o reencontrarnos de esas formas tan inverosímiles. Pero, como ya lo dije, lo he vivido. No una sino un chingo de veces con Alo, precisamente; con Lo-ami, con Susanita, con Carmen... el destino nos puso una o hasta 7 veces en el mismo plano, casi restregándomelas en la cara. "Cuando la vida te quiere ocultar algo, te lo pone justo enfrente", o algo así reza un adagio. Así que sí, sí pasan esas cosas. Estar en el justo instante, ni antes ni después, en el mismo lugar, sentirte atraído y contestar al llamado...

Y el final... no me gustó... debía morir el imbécil de Ignacio. Y Dana no debió ser tan... ¿zorra?, como para follar con él después del dolor causado y diez años de distancia -muchos para no olvidar diría yo... todavía cinco, pero diez curan todo, y más teniendo a tu lado a alguien como Gabriele que le amaba y resguardaba como perro guardian-. O quizá ella debió morir. Pero no Gabriele, quien solamente vivía para ella. Ergo, ¿tenía que morir ya que ella no lo era más para él? Y esa extraña amistad malsana del final, de Matilde dándole esperanzas a Ignacio... de plano no...

En general, me gustó el libro... me tocó varias fibras sensibles, quizá por ello le doy más valor del que realmente tiene: especie de telenovela de las 9 pm., cual Alondra, cual La vida en el Espejo, ligeramente distinta, lejana, pero cercanísima hasta en los accidentes para conciliar a los padres que viven juntos porque no saben como mandarse al diablo y vivir la vida como se debe, sin joder a los demás y sin ocasionarle la muerte al que curó las heridas que hiciste al supuesto ser amado...

¿Frases?

No encontré muchas... y las que sí, tienen más que ver conmigo que con una universalidad, como las muchas que encontré en Cien años de soledad, en Rayuela, en Macbeth, 1984, at el...
  • Mujeres y hombres que cruzan sus caminos sin mirarse. El azar les da la oportunidad de un encuentro que desaprovechan. Tal vez hacen lo correcto; quizá se equivocan.
  • Compartir las sábanas, la cuenta corriente y el lavabo puede iluminar cualquier ceguera.
  • La casualidad mueve a las personas. Favorece sus encuentros, pero también sus desencuentros. Encontrarse puede ser fruto del azar, de la coincidencia en un instante y un lugar. No encontrarse también puede ser el resultado de una simple falta de sincronía. Hay desajustes minúsculos que nos cambian la existencia.
  • Siempre había creído que hay viejos lazos que no tienen razón de ser: hay que cortarlos antes de que nos demos cuenta de que ya nada nos vincula a ellos, ni siquiera un amable recuerdo.
  • Cuando alguien que hemos dejado atrás se niega a abandonar el espacio que ocupaba en nuestra vida, es preciso desterrarlo.
  • Es un día triste. Hay desolación en el ambiente, porque siempre miramos el mundo desde nuestro estado de ánimo. La realidad exterior no nos cambia el paisaje del corazón. La ciudad parece desdibujada. Todo es tenue.
  • Si es capaz de crear objetos tan bellos, tiene que llevar bienes divinos en algún rincón del corazón. Eso nos diferencía de los animales: no sólo la capacidad de crear belleza, sino también de percibirla. Tenemos el privilegio de experimentar con la emoción. Quien no se conmueve con el arte es una criatura débil, un ser insignificante.
  • Los amores del pasado no tienen que entrar en los paisajes del amor presente. Es una cuestión de falta de sincronía, de imposibilidad de coincidencia. Incluso de mal gusto.
Como resultado de esta lectura, he decidido cambiar algunas cosas... por lo pronto ya borré de mis "amigos" a gente del hi5 que ni pa'tras, ni pa'lante... gente que conocí en alguna etapa de mi vida, pero que quien sabe porque nos empecinamos, ell@s y yo, en seguir en complicidad, aunque sea vía hi5, cuando no existe nada en común, ni temas de conversación ni nada... mucha más gente se irá en las próximas semanas seguramente, gente muy querida, pero de la cual hpy nada conservo, nada significan, pero que por nostalgia no nos dejamos ir.
Igual en cosas de amores... dejaré ir al pez mayor... algo que veo difícil, pero la cosa seguir pa'delante, y al que no le guste que tome purgante... total, si el destino me la ha de traer de nuevo, que así sea... si no, viviré... o trataré al menos...
8.5, más por que vi reflejadas cosas, quizá no tanto por mérito propio...
P.D. Digo, si iba a contar la historia de María, al menos hubiese tenido la delicadeza de un buen final para ella... termina sola y amargada junto con la viuda alegre, siendo la remendona de Dana, a la par que su cocinera y su vehículo adicional para escaparse de la culpabilidad que viene al saber que tus acciones mataron a lser que más te amó y que más hizo por ti en la vida...

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