domingo, 28 de febrero de 2010
Saqueos sin sentido
Las situación en Chile es moderada, comparada con Haití done fue el acabose. El terremoto de 8.8° fue cincuenta veces superior al de Haití de 7.3° (el crecimiento es exponencial, no decimal), pero no causó tantos destrozos ni muertes. ¿Por qué?
Porque en Chile el gobierno sí se preocupa por su gente. La respuesta de la presidenta Bachelet fue inmediata. Rodeada de los medios, su actitud fue de liderazgo. Sabía lo que pasaba, la magnitud y lo que se debía hacer. Aún más: NO necesitaba la ayuda internacional. Estaban preparados. Si ocupaban la ayuda del mundo nos lo harían saber, pero agradecían el gesto.
¿En cambio que hizo el imbécil de Préval? Dijo que incluso la casa de gobierno se había caído, y que esa noche no sabía donde iba a dormir.... weeeeeeeeeeeeeee!!!
La gente lo que más ocupa en esos momentos es dirección, pues la certeza es imposible. Saber que al mando existe alguien capaz de tomar decisiones en beneficio de la colectividad. No un imbécil pusilánime más preocupado en su futuro político que en el de la nación.
La situación en Chile es angustiosa, sí, pero no desesperante al nivel de Haití. Por lo tanto no se justifican los saqueos. En Haití no se justifican, pero es entendible que un pueblo totalmente devastado, hambriento y sin dirección cometa actos abominables contra la misma naturaleza humana. ¿Pero en Chile?
A esos cabrones oportunistas se les debe capturar y, una vez pasada la desgracia, obligar a realizar labores sociales, a la vista de todo el mundo en escuelas, centros deportivos, jardines, panteones, lo que sea... para que el ejemplo cunda. Una cosa es que mis hijos se está muriendo de hambre porque murieron su mamá, tíos, abuelos cuando cayó la casa y no hay tiendas abiertas (como en Haití), que cuando a pesar de la demolición de muchas casas, comercios, centros de poder, el gobierno funciona al cien por ciento y tiene controlada la situación con planes de contingencia planeados desde hace décadas.
Favor de #nomamar...
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