miércoles, 4 de agosto de 2010

Libros Leídos XLIV: El Museo de la Inocencia


Confieso que la lectura de esta novela se me dificultó enormidades. ¿La razón? Se me hizo demaiado patético el personaje principal, Kemal Bey. Al inició pensé que podría llegar a identificarme con él. Pero este wey me dijo "quitá, bisoño boludo!", y tuve que cederle la ventaja, considerabilísima.

Ya ni siquiera recuerdo cuando compré el libro, ni con exactitud cuando empecé a leerlo. Lo que sí, es que lo fui terminando en plazos, y mientras leía un centenar de páginas, inclusive menos, leía otros libros. Así pues, leí Ghost Girl, El Psicoanalista, El Último Judío, Loca de Amor y la Vida Privada del Emperador entre la primera y última página del libro. Y comencé a leer Q. Why???!!!

Me costó más intentos que con Cien Años de Soledad, la cual quise leer hace varios años y no podía pasar del primer capítulo. Yo era más idiota, y el texto era demasiada literatura para mi humilde cerebro. Pero este caso no es igual, pues es digerible. ¿Temí verme en ese espejo a futuro? ¿Ser una especie de Kemal, viviendo del recuerdo? Las obsesiones eran bastante diferentes. Muy bien diferenciadas. Aunque quizá por las circunstancias.

Eso, y Orhan se extendió todo lo que pudo. Abusó, verdaderamente. Creo que redundó mil veces en la obstinación de Kemal. me quedó claro desde la página ciento cincuenta que estaba empecinado como un loco de atar. Redundó, rebuscó, dió interminables y soponíferas vueltas en "u" por el boulevard de la terquedad. Así pues, desde mucho antes de la muerte de su padre, bien pudo resumir un poco la actitud porfiada de Kemal Bey, y bien pudo recuperarla hasta la muerte de Tarik Bey, para finalizar la historia sin tanto perogrullo. Pero bueno, aún así lo leí hasta el final, aunque por la mente muchas veces me llegaba la certeza de que debía finiquitar el asunto y seguir con otra lectura. Pero nunca más piens o dejar un libro a medias. De cabo a rabo. Y en esta ocasión me diómás gusto el haberlo conseguido, pues el final me sorprendió.

Desde mediados del libro, para los más lentos como yo, iba quedando claro que Füsum no llegaría a vieja con Kemal. Pero no imaginaba esa muerte, ni siquiera aunque a inicios del capítulo de su trágica muerte diera "indicios". Dio un vuelco interesantísimo a la trama... en los últimos cinco capítulos, en las últimas sesenta páginas.

¿Terminaré de una forma similar a Kemal? Lo dudo, porque lo mío se llamaría locura. En una persona como él, excentricidad.

¿Puede existir un amor tan enfermo... porfiado, que sobreviva las décadas a pesar de la ausencia? ¿a pesar de que se gozarón mínimos momentos de lo que las masas denominarían felicidad, comparado con el resto de la existencia? Bueno, en el caso de Kemal así fue. En mi caso, el tiempo lo dirá...

Finalmente... los personajes principales me hicieron visualizarlos de la siguiente manera:

  • Kemal Bey: Sorry, pero con el George, debido a sus mutismos autodefensivos... me imagine al George que se puso nervioso en mi casa o en lo de Ruth, como cuando Kemal visitaba a los Keskin...
  • Füsum: Físicamente, su piel me recordaba a Mary... pero en la actitud suicida y autodestructiva ante la vida, la de llegar a envenenarse el alma por nimiedades y rehusar a la felicidad, lo que sea que eso signifique, a Lorito...
  • Mümtaz Bey: Como don Cuasimodo, de Condorito.
  • Vecihe Basmaci: Como Pepa, la que siempre sale alegando con Avelino de TVE...
  • Tarik Bey: También como don Cuasimodo... sí, que poca imaginación...
  • Nesibe Hala: Como doña Tremebunda... sí, pésima imaginación...
No sé si sea un buen libro... sí, muy bien desarrollado. En exceso, de hecho. Todo con el más íntimo detalle de lo estúpidos que podemos llegar a ser los seres humanos con tal de escondernos de la felicidad verdadera, y no esa que venden etiquetada en los almacenes de grandes escaparates.

Digamos que, de no haber abundado en el tema de cabar un hoyo para tapar otro, hubiera sido un libro genial. Con todo y sus rollos metafísicos del tiempo y el espacio. Con su muy interesante bosquejo de la Turquía de la Guerra Fría. Pero quiero coños soy para venir a corregir al Premio Nobel de Literatura 2006. A callar.

Now, frases memorables:

  • Fue el momento más feliz de mi vida y no lo sabía. De haberlo sabido, ¿habría podido proteger dicha felicidad? ¿Habría sucedido todo de otra manera? Sí, de haber comprendido que aquel era el momento más feliz de mi vida, nunca lo habría dejado escapar. Ese momento dorado en que una profunda paz espiritual envolvió todo mi ser quizá durara solo unos segundos, pero me pareció que la felicidad lo convertiría en horas, años.
  • El poeta (Gérard de Nerval) que acabó ahocándose por dolor de amor, en aquella página del librotitulado Aurelia, dice que, después de haber comprendido que había perdido por completo el amor de su vida, la existenciasolo le había había dejado "entretenimientos groseros".
  • En realidad nadie sabe que está viviendo el momento más feliz de su vida mientras lo vive .
  • Habría que prohibirle la minifalda a quien no tiene piernas para llevarla.
  • Toda persona inteligente sabe que la vida es hermosa y que su objetivo es que seamos felices. Pero luego solo los tontos son felices. ¿Cómo explicárselo?
  • Era como si la vida se hubiera alejado de mí, como si hubiera perdido toda la fuerza y los colores que había sentido hasta entonces.
  • No te preocupes, ya se te pasará. Todavía eres muy joven. Es pronto para que te despierte el dolor, no tengas miedo. Pero cuando llegues a mi edad, si tienes algo en la vida de lo que arrepentirte, te pasarás las noches contando estrellas. No hagas nada de lo que tengas que arrepentirte.
  • Una mujer a la que no le gustan los gatos no puede hacer feliz a un hombre.
  • Mi cabeza se pasó la noche esforzándose en eso que la gente llama "aceptar la realidad".
  • Por borrachos que estemos, en cierto momento se abren las nubes plomizas de nuestro dolor y nuestra confusión, y vemos por un instante la verdad que intuimos -creemos- bien sabida por todos.
  • La felicidad consiste solo en estar cerca de la persona amada. No hace falta poseerla de inmediato.
  • Como todos los antiguos ricos que sienten vergüenza y culpabilidad por haberse vuelto pobres, nos observamos con caras de "¡¿Qué haces tú por aquí?!".
  • La función de aquel reloj colgado justo al lado de la puerta de la casa de Füsum no era medir el tiempo, sino hacer que toda la familia sintiera la continuidad del hogar y la vida y recordarles el mundo "oficial" de afuera.
  • Déjalo que suena, a nadie le hace daño. Nos recuerda que esta casa es un hogar.
  • Desde ese punt ode vista un reloj de pared no servía para recordarnos el tiempo, o sea, para que pensáramos de vez en cuando que las cosas cambias, sino para todo lo contrario, para hacernos sentiry creer que nada cambiaba.
  • Aparte de ese espíritu especial,estaba el "tiempo" de fuera, del que teníamos noticia gracias a la radio, a la televisión, y las llamadas a la oración, y saber la hora significaba regularizar nuestras relaciones con el mundo exterior, o eso era lo que yo sentía.
  • Los relojes y calendarios se fabrican para regular nuestras relaciones con los demás; en realidad, para regular la sociedad entera, y así es como se usan. Al ver todas las noches antes de las noticias el reloj en blanco y negro que aparece en la pantalla recordamos a otras familias, a otras personas, nuestras citas con ellas y el horario que las regula, no el Tiempo.
  • ... mencionaba la política como si fuea un desastre nacional parecido a los terremotos y a las inundaciones contra el cual los ciudadanos de a pue no podíamos hacer otra cosa que mantenernos lo más alejados posible.
  • Me quedaba sentado en mi asiento sin levantarme como un barco varado, convertido en una masa de inutilidad y vergüenza.
  • Ha pasado otro día. Gracias a Dios, no pasamos hambre ni dormimos al raso, tenemos la barriga llena y una casa calentita... ¿qué más se le puede pedir a la vida?
  • El hogar del hombre está donde sacia el hambre y tiene el corazón.
  • Según Hayati el Fantástico, en realidad el cine turco era fundamentalmente libre exceptuando interpretaciones desagradables con respecto al Islam, Atatürk, el ejército turco, los religiosos, el presidente de la República, los kurdos, los armenios, los judíos y los rumíes y las escenas de amor impúdicas.
  • En las películas turcas, cuando se produce un acercamiento entre protagonistas, una señora comprensiva lanza una mirada de felicidad para que hasta el más descuidado de los espectadores comprenda la situación y se emocione.
  • A veces se producía un silencio profundo y la tía Nasibe decía: "Alguien ha muerto en algún sitio".
  • Y los jóvenes son como monos, lo imitan todo.
  • De repente noté que Zaim me miraba desde muy lejos y que hacía mucho que había renunciado a mí. Ya no podía estar a solas conmigo. Al escucharme, no me prestaba atención a mí, sino a lo que podría contarle a los amigos.
  • Con paciencia y entrega no hay corazón que no se pueda ganar ni fortaleza que no se pueda conquistar.
  • ... le dije con la tranquilidad de un antiguo enfermo que puede reírse de la enfermedad de la que se ha curado.
  • ¡No hay que morir con el muerto!
  • Mientras las multitudes domingueras pasean por los museos, los objetos lloran.
  • Que todo el mundo sepa que he tenido una vida muy feliz.

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