Libros Leídos LVIII: Cuba para Principiantes

¿Qué hubiera pasado si el viejo Partido Comunista Mexicano no hubiera encargado a Rius, hace unos 45 años, su colaboración en la hechura de un libelo anti-imperialista y cien por cien pro-fidelista, junto con Froylán Manjarrez en la parte de textos, y de Rodrigo Moya en fotos?

Debo decirlo -escribirlo en este caso- muy claramente, con dolor de mi corazón: Rius es un humorista pobre. Sus dibujos son tan sencillos, que aunados a su humor blanco, resulta insípido. Sobresale su humor negro, pero en su obra sólo lo vemos en libros, rara vez en las tiras cómicas en periódicos. Por ello mismo, yo no veo a Rius como humorista gráfico. Eso se lo dejo más a coetáneos suyos como Quezada, Vadillo, Alberto Isaac... y más contemporánea la cosa, tenemos al titán Patricio, a Polo Jasso y Kabeza. Y Jis & Trino, of course.

Yo no considero a Rius un humorista gráfico. Más bien lo tengo en lo más alto de mi pedestal ateo, en el ramo de lo político-social-religioso. Sus más de 100 libros, de los cuales tengo unos 90, me han dejado grandes, pero grandes lecciones de vida, de la verdadera vida, no de eso que nos venden en televisa y anexos. Sus libro-cómic, fórmula que han copiado en el mundo entero para los más diversos fines han instruido mi vida, la han direccionado. Este amasajo de ideales, postulados, principios, valores, historia, y dibujos sencillos con humor muy blanco, y con un punzante, pero atenuado humor negro, hizo escuela, y salvó del anonimato de la revoltura entre muchos otros a Rius. Lo diferenció y lo elevó. Y todo empezó con ese libro, al cual seguirían muchos otros de corte socia-religioso, por un joven idealista Rius que añoraba un futuro mejor para la humanidad.

Cuba para Principiantes es libelo-planfleto, y no. Sí, habla maravillas de la Revolución Cubana, y de su líder histórico, don Fidel Castro Ruz, sin críticas constructivas. Estaba en la era de la esperanza. De un mundo mejor, más solidario e igualitario. Todas las grandes mentes de la época apoyaban la Revolución. no cabían las críticas del Time, del Reader's Digest. Era 1964. Tres décadas después, Rius escribiría su desencanto, pero esa es harina del próximo costal.

Las esperanzas de las mentes iluminadas del mundo estaban sobre ese grupo de barbados. Un mundo mejor, sin el imperialismo yanqui, era posible. Pero no fácil. Tío Sam no regalaría el Edén tan fácilmente. Costaría mucha sangre y esfuerzo.

Este libro no pierde actualidad, y es obligatorio para todos los que se crean o sean de izquierda. Narra a la perfección a la Cuba de Batista -el dictador, no el ex luchador de la WWE, please- así como los primeros años del sueño que se tornó en pesadilla para la gusanera de Miami...

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