martes, 9 de noviembre de 2010

Murió Massera: Un símbolo del terrorismo de Estado


Murió Massera: Un símbolo del terrorismo de Estado

09/11/10 Ideólogo y ejecutor de los crímenes de la última dictadura, fue condenado en 1985. Tenía 85 años. Nunca se recuperó de un derrame cerebral que sufrió en 2002.
PorGuido Braslavsky - Lucio Fernández Moores 


A los 85 años murió ayer el ex jefe de la Armada, Emilio Eduardo Massera. Integrante de la Junta Militar que asaltó el poder el 24 de marzo de 1976 y uno de los máximos responsables de los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura que se extendió hasta 1983, como jefe naval Massera acumuló un poder excepcional y fue dueño de la vida y de la muerte durante el terrorismo de Estado.

Su fallecimiento se produjo por un “paro cardiorrespiratorio no traumático” a las cuatro de la tarde en la habitación 602 del Hospital Naval, situado frente al Parque Centenario, donde había sido internado el 19 de abril a causa de un nuevo accidente cerebrovascular . Massera había tenido un derrame cerebral que lo dejó al borde de la muerte en diciembre de 2002, en momentos en que cumplía prisión domiciliaria con tres prisiones preventivas en sendas causas por robo de bebés y de bienes de desaparecidos.

Nunca se recuperó y quedó postrado , a punto que aún habiendo sido anuladas las leyes de perdón y declarado inconstitucional el indulto con que lo benefició el ex presidente Carlos Menem en 1990, la Justicia declaró a Massera insano, incapaz de afrontar un juicio penal. Las causas en su contra fueron suspendidas.

Massera estaba en sala común en un ala del sexto piso , que está reservada para atender a los marinos condenados y procesados por crímenes aberrantes que tuvieron epicentro en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el centro clandestino montado bajo su supervisión y por donde pasaron cientos de desaparecidos, muchos de ellos, arrojados adormecidos al mar en los “vuelos de la muerte”.

Ese sector del hospital tiene custodia del Servicio Penintenciario Federal, que regula y habilita las visitas. Allí han estado por temas médicos represores como Jorge “Tigre” Acosta o Alfredo Astiz; ayer estaban internados entre otros dos marinos imputados en la causa ESMA, Alberto González y Pablo García Velasco.

Un testigo presencial relató a Clarín que “a eso de las cuatro hubo un revuelo en el piso y el Servicio Penitenciario hizo desalojarlo. Supimos que se acababa de morir Massera” . Según contó, “hace un mes tuvo otro ACV y después de media hora lograron sacarlo. Estaba ya muy debilitado y el desenlace no sorprendió a los médicos”.

Un rato más tarde el jefe de Clínica Médica del Hospital, capitán de navío médico Rubén Venerus, confirmó la muerte y explicó que Massera había sufrido “varios episodios”cerebrovasculares, el último en abril que determinó su internación. A esa hora el cuerpo seguía en la habitación. Poco después la Justicia habilitó a los dos hijos a que dispusieran de los restos.

Un vocero de la Armada explicó a Clarín que la fuerza no iba a tener ninguna intervención en el funeral ya que Massera era un ex almirante -no un marino retirado- tras haber sido destituido en la sentencia del Juicio a las Juntas en 1985. Ocasión en que recibió la pena de reclusión perpetua. Voceros del Ministerio de Defensa igualmente consultados dijeron que no tenían “nada para decir”.

Massera fue designado jefe naval por Juan Perón en 1974. El golpe de 1976 traía implícita la decisión de exterminio, con los métodos del terrorismo de Estado, de los restos de la guerrilla y de lo que se interpusiera con el rumbo económico que iba a trazar el ministro José Martínez de Hoz. La Armada de Massera disputó el poder dictatorial al Ejército, que por primera vez en los golpes del siglo aceptó el reparto del 33 por ciento, para atenuar las responsabilidades en el baño de sangre que se avecinaba. Aunque se retiró en 1978, el ex almirante dejó por lustros su impronta en la Armada.

Su ambición política lo llevó a fundar un partido con el que soñaba ser electo con votos de un sector del peronismo. En ese proyecto hizo trabajar de esclavos a prisioneros de la ESMA que lograrían sobrevivir.

“Un personaje florentino” , lo definió el fallecido periodista Claudio Uriarte, autor de la biografía “Comandante Cero”. El nombre “de guerra” que adoptó Massera cuando encabezó “operativos” y mandaba en los centros de la muerte.


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