viernes, 24 de diciembre de 2010

Dan 22 años de cárcel a ex párroco por violación



Dan 22 años de cárcel a ex párroco por violación

Por Katiuska Vásquez - Los Tiempos - 24/12/2010

El ex párroco de San Benito, José Mamani Ochoa (50) fue sentenciado a 22 años de cárcel en el penal de El Abra tras ser hallado culpable de la violación de 19 niños y adolescentes. El fallo fue dado por el Tribunal Tercero de Sentencia de la Corte Superior de Justicia de Cochabamba, informó la directora de Género, Generacional y Familia de la Alcaldía de Cercado, Raquel Melgar.

La Fiscalía demandó al ex sacerdote por la violación de 19 niños y adolescentes de entre cinco y 15 años pero además por una larga lista de delitos como falsificación de documentos, los cuales habría utilizado para simular la tenencia legal de los niños en un internado que funcionaba al margen de los controles del Estado y de la propia Iglesia.

El párroco primero apadrinaba a los niños o adolescentes y luego convencía a los padres de que le permitan educarlos en su internado. Las familias más empobrecidas veían con buenos ojos la ayuda del padre y le confiaban el cuidado de sus hijos, pero aquellas con más recursos se conformaban con enviar a sus hijos al internado durante las vacaciones escolares.

José Mamani Ochoa fue detenido el 6 de julio de 2009 en la localidad de Itapaya, a donde había sido transferido tras un proceso que culminó con su separación de la Iglesia. Sin embargo, durante su estancia en ese lugar llegó a ser detenido por la Policía por conducir en estado de ebriedad junto a un grupo de jóvenes.

Luego de que surgieran los indicios de abusos sexuales en el internado, que funciona al lado del templo de San Benito, el Arzobispado de Cochabamba se constituyó en parte demandante hasta el juicio oral.

Después del hecho, varias de las víctimas que habían sido agredidas durante sus vacaciones en el internado rompieron el silencio. Al final de la investigación, éstas llegaron a 19 y todas coincidieron en contar que el ex párroco se metía en sus camas de noche o mientras se estaban bañando con el pretexto de que él tenía un jaboncillo especial. Luego de abordarlos, las violaciones eran cotidianas. Eran además utilizados para cuidar vehículos en los matrimonios que el ex cura celebraba.

Por ello, la demanda contra José Mamani Ochoa también se extendió a trata de personas con fines de explotación laboral, pues algunos de los niños eran enviados a La Paz para trabajar como pastorcitos en las tierras de la madre del ex sacerdote. Otro de los cargos fue por corrupción de menores y sustracción de joyas del templo de San Benito.

Fiscalía pide pena máxima

La condena de 22 años para el ex párroco fue bien recibida en la Dirección de Género, Generacional y Familia del Municipio porque es un precedente que ayuda a restituir los derechos de las víctimas. Sin embargo, se anunció que la Defensoría de la Niñez y Adolescencia apelará para pedir la pena máxima de 30 años al existir agravantes como que él estaba ahí para proteger a los niños y no para abusarlos.

Tras la sentencia, muchos de los padres de las víctimas expresaron su beneplácito. “Se ha hecho justicia”, dijeron y compartieron la acusación presentada por la representante del Ministerio Público, Cintia Prado, que pidió la pena de 25 años para Ochoa.

Sin embargo, el camino legal para consolidar la condena aún es largo debido a la retardación de justicia, que hace que muchos de los procesos agonicen en la Corte Suprema de Justicia, donde la ejecución de la sentencia demora hasta dos años tomando en cuenta las dificultades que hay, como los recursos.

La detención del ex párroco de San Benito dio origen a una serie de intervenciones a los hogares en 2009 y 2010 que culminó con el rescate de al menos 186 niños y adolescentes que eran abusados en seis centros de acogida. Actualmente, cerca de 80 de ellos reciben terapia psicológica. Sin embargo, no todos los internados fueron cerrados por el Sedeges y en uno de ellos, ubicado en Quillacollo, continúan las denuncias de violencia sexual.

 

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