Tras una cruenta guerra y en la pobreza extrema, un referendo define si nace un nuevo país en Africa
08/01/11 - 09:34Se trata de Sudán del Sur, un territorio de mayoría cristiana. Busca independizarse del gobierno de Jartum, dominado por musulmanes y que controla el norte. La votación cierra el proceso de paz tras una guerra civil que duró 20 años y dejó 2 millones de muertos.
En un referendo histórico, casi cuatro millones de personas definirán a partir de mañana si el sur de Sudán -mayoritariamente cristiano- se independiza del gobierno central de Jartum -dominado por la población musulmana- para crear un nuevo país. La votación será el punto culminante de una guerra civil de 20 años, que dejó dos millones de muertos y condiciones de pobreza extrema.
La votación, en un territorio sin infraestructura a causa de la guerra, comenzará mañana y durará una semana. Según un sondeo, el 96% de los habitantes del sur se muestra a favor de la secesión. De acuerdo a la ley electoral -monitoreada por Naciones Unidas- para que sea válido el resultado debe votar al menos el 60% de los electores, por lo que las autoridades reclamaron una asistencia masiva a las urnas.
La cantidad de electores habilitados fue resuelta por medio de un complejo sistema, acorde a la intrincada historia que tiñó de sangre la tierra sudanesa: sólo fueron incluidas en el padrón las personas con padres o antepasados de tribus originarias del sur -en su mayoría cristianas- al igual que aquellos habitantes cuyos padres y abuelos se hayan instalado en la región antes de 1956.
En un territorio donde apenas el 2% de la población terminó la escuela primaria, las boletas que se utilizarán en el referendo hablan a través de imágenes: una mano solitaria representa la independencia, mientras que la otra -con dedos entrelazados- avala la unidad con el gobierno de Jartum.
La votación, que podría dar a luz a la nación más nueva del mundo, es la culminación de un acuerdo de paz firmado en 2005. Ese pacto puso fin a una guerra civil entre el norte y el sur, que duró dos décadas y dejó dos millones de muertos.
El norte, musulmán y en gran parte árabe, y el territorio del sur, que se define como africano y cristiano, mantienen amplias diferencias políticas y sociales desde hace siete décadas. Khartoum -entre otros aspectos- busca instalar en el sur la ley islámica, rechazada de plano por buena parte de la población.
Entre 1920 y 1947. Gran Bretaña administró ambas regiones por separado. Londres limitó las migraciones entre el norte y sur, mientras favorecía el avance del cristianismo y los principios anglicanos para contrarrestar a los árabes-musulmanes del Norte.
A finales de 1955, antes de la proclamación de un Sudán unido e independiente, estalló la primera guerra civil Norte-Sur, que finalizó en 1972. Los habitantes de Sudán del Sur retomaron lalucha armada en 1983 y firmaron en 2005 un ambicioso acuerdo de paz, que garantizaba un referendo sobre su futuro, con aval de Naciones Unidas y buena parte de las naciones occidentales.
El proceso es analizado con lupa por buena parte de la comunidad africana: se trata de la primera vez que un referendo pone en jaque las fronteras trazadas por las potencias coloniales, lo que puede crear un precedente para otras regiones en conflicto.
La votación, en un territorio sin infraestructura a causa de la guerra, comenzará mañana y durará una semana. Según un sondeo, el 96% de los habitantes del sur se muestra a favor de la secesión. De acuerdo a la ley electoral -monitoreada por Naciones Unidas- para que sea válido el resultado debe votar al menos el 60% de los electores, por lo que las autoridades reclamaron una asistencia masiva a las urnas.
La cantidad de electores habilitados fue resuelta por medio de un complejo sistema, acorde a la intrincada historia que tiñó de sangre la tierra sudanesa: sólo fueron incluidas en el padrón las personas con padres o antepasados de tribus originarias del sur -en su mayoría cristianas- al igual que aquellos habitantes cuyos padres y abuelos se hayan instalado en la región antes de 1956.
En un territorio donde apenas el 2% de la población terminó la escuela primaria, las boletas que se utilizarán en el referendo hablan a través de imágenes: una mano solitaria representa la independencia, mientras que la otra -con dedos entrelazados- avala la unidad con el gobierno de Jartum.
La votación, que podría dar a luz a la nación más nueva del mundo, es la culminación de un acuerdo de paz firmado en 2005. Ese pacto puso fin a una guerra civil entre el norte y el sur, que duró dos décadas y dejó dos millones de muertos.
El norte, musulmán y en gran parte árabe, y el territorio del sur, que se define como africano y cristiano, mantienen amplias diferencias políticas y sociales desde hace siete décadas. Khartoum -entre otros aspectos- busca instalar en el sur la ley islámica, rechazada de plano por buena parte de la población.
Entre 1920 y 1947. Gran Bretaña administró ambas regiones por separado. Londres limitó las migraciones entre el norte y sur, mientras favorecía el avance del cristianismo y los principios anglicanos para contrarrestar a los árabes-musulmanes del Norte.
A finales de 1955, antes de la proclamación de un Sudán unido e independiente, estalló la primera guerra civil Norte-Sur, que finalizó en 1972. Los habitantes de Sudán del Sur retomaron lalucha armada en 1983 y firmaron en 2005 un ambicioso acuerdo de paz, que garantizaba un referendo sobre su futuro, con aval de Naciones Unidas y buena parte de las naciones occidentales.
El proceso es analizado con lupa por buena parte de la comunidad africana: se trata de la primera vez que un referendo pone en jaque las fronteras trazadas por las potencias coloniales, lo que puede crear un precedente para otras regiones en conflicto.
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