martes, 26 de mayo de 2009

Salinas, el Grande, el Magnífico, el Único...


Para todo aquel que piense que Carlos Salinas de Gortari es un hijo de puta, ratero, corrupto, que nos dejó un estado desvalijado después de "ganar" las elecciones del 88 mediante un mega fraude electoral (apoyado y bendecido por el pan), de propiciar una pavorosa devaluación, asesinar -directa o indirectamente- a su candidato por salirse del guacal... pues está equivocado. Es más que eso.

Llevó a México al cenit de su magnificencia, más allá de los ferrocarriles de Porfirio Díaz... es más, propongo santificarlo en vida, al hijo de puta, ya que también reactivó las relaciones con el nada corrupto, doble moral, pedófilo ni asesino Vaticano... amén...

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