Secreto de confesión: cómo y por qué la Iglesia ocultó el cuerpo de Eva Perón
29/04/11 - 19:23Es el nuevo libro del periodista Sergio Rubín. Se presenta esta noche en la Feria del Libro y narra la operación del Ejército para esconder el cuerpo durante 14 años, con la contribución clave de la Iglesia.
Cuando en septiembre de 1971 el cuerpo de Evita fue devuelto a Juan Domingo Perón en su residencia de Puerta de Hierro, en Madrid, por la dictadura militar que encabezaba el general Alejandro Lanusse terminó un tortuoso capítulo de la historia argentina: el ocultamiento durante más de 14 años del cadáver de la que los peronistas llamaban la Jefa Espiritual de la Nación. Sin embargo, quedó pendiente un completo y detallado esclarecimiento de lo que fue uno de los secretos mejor guardados de la historia argentina. Y, particularmente, cuál fue el papel de la Iglesia.
En su libro "Secreto de Confesión: cómo y por qué la Iglesia ocultó el cuerpo de Eva Perón" (Vergara), que se presentará hoy a las 21 en la sala Alfonsina Storni de la Feria del Libro, el periodista Sergio Rubín no sólo revela en detalle cómo fue la operación de ocultamiento –encarada por el Servicio de Inteligencia del Ejército., sino que confirma en base a testimonios y documentos que el aporte de la Iglesia a través de una orden religiosa fue decisivo para su éxito. Y que el entonces Papa Pío XII estuvo al tanto y no puso obstáculos.
El libro se origina en una investigación que un grupo de periodistas de Clarín, integrado por el autor, realizó en 1997 para determinar cómo fueron los hechos y que derivó en un suplemento de 24 páginas. Lo único claro era que el cuerpo había estado enterrado en un cementerio de Milán bajo un nombre falso, presumiblemente al cuidado de una orden religiosa. En aquel momento se logró que hablaran por primera vez el sacerdote italiano que le devolvió el cuerpo a Perón y el suboficial que transportó el cadáver a Milán y luego a Madrid.
En "Secreto de Confesión" –que incluye cinco años más de investigación- Rubín logra otras precisiones, además de cómo entró en escena Pío XII. Y hallazgos como una autorización que la madre de Evita, Juana Ibarguren, le firmó al gobierno del general Aramburu para que enterrara el cuerpo de su hija en un lugar "de común acuerdo". Pero ella nunca llegaría a saber dónde estaba pese a mover cielo y tierra y murió unos meses antes de la devolución del cadáver a Perón.
El libro resume, además, el increíble derrotero del cadáver por Buenos Aires antes de que se pusiera en marcha el operativo de traslado a Milán, los intentos de los peronistas por dar con él en los años 60 y el marco político signado por la antinomia entre peronistas y antiperonistas y la violencia política que signó aquellos años de la vida nacional. En definitiva, una historia apasionante.
En su libro "Secreto de Confesión: cómo y por qué la Iglesia ocultó el cuerpo de Eva Perón" (Vergara), que se presentará hoy a las 21 en la sala Alfonsina Storni de la Feria del Libro, el periodista Sergio Rubín no sólo revela en detalle cómo fue la operación de ocultamiento –encarada por el Servicio de Inteligencia del Ejército., sino que confirma en base a testimonios y documentos que el aporte de la Iglesia a través de una orden religiosa fue decisivo para su éxito. Y que el entonces Papa Pío XII estuvo al tanto y no puso obstáculos.
El libro se origina en una investigación que un grupo de periodistas de Clarín, integrado por el autor, realizó en 1997 para determinar cómo fueron los hechos y que derivó en un suplemento de 24 páginas. Lo único claro era que el cuerpo había estado enterrado en un cementerio de Milán bajo un nombre falso, presumiblemente al cuidado de una orden religiosa. En aquel momento se logró que hablaran por primera vez el sacerdote italiano que le devolvió el cuerpo a Perón y el suboficial que transportó el cadáver a Milán y luego a Madrid.
En "Secreto de Confesión" –que incluye cinco años más de investigación- Rubín logra otras precisiones, además de cómo entró en escena Pío XII. Y hallazgos como una autorización que la madre de Evita, Juana Ibarguren, le firmó al gobierno del general Aramburu para que enterrara el cuerpo de su hija en un lugar "de común acuerdo". Pero ella nunca llegaría a saber dónde estaba pese a mover cielo y tierra y murió unos meses antes de la devolución del cadáver a Perón.
El libro resume, además, el increíble derrotero del cadáver por Buenos Aires antes de que se pusiera en marcha el operativo de traslado a Milán, los intentos de los peronistas por dar con él en los años 60 y el marco político signado por la antinomia entre peronistas y antiperonistas y la violencia política que signó aquellos años de la vida nacional. En definitiva, una historia apasionante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario