Lo diferente… ¿atrae a lo diferente? Octubre 13, 2010
Ella era una chica moderna, rodeada de diseño futurista, amaba el progreso, la tecnología punta y todo lo que supiera a novedad. Él era de su misma edad, pero adoraba el arte clásico, vestía como lo hubiera hecho su abuelo, prefería el material de papelería antes que el de la tienda de electrónica. Para él los ordenadores eran máquinas creadas para complicarse la vida.
Como vivían frente por frente, en la misma calle, un día nublado de otoño en el que hubo un apagón general en la ciudad, ambos salieron a la calle a pasear. Se saludaron como educados vecinos y siguieron el camino juntos hasta un parque no muy alejado. En el trayecto, surgió una chispa. Cada uno encendió en el otro su parte negada y con ese encuentro comenzó a existir la pareja.
Dicen que lo semejante atrae a lo semejante y entonces todo fluye, pero cuando lo diferente atrae a lo diferente, fluye el amor con la misma intensidad… lo único es que solo pasa cuando hay un apagón.
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El psicopedagogo del centro educativo le dijo, después de realizar numerosos tests, que puntuaba muy bajo en intuición, inventiva y originalidad… Parecía no interesarle lo nuevo, lo imprevisto, ni nada que supusiera ruptura con los valores establecidos.
El joven de diecisiete años le contestó:
-¿Conoce a mi novia? Me hace gracia que todo lo que se supone que yo no tengo, esté proyectado sobre ella de forma tan exagerada. Tal vez por eso nos dicen que somos tan complementarios, puesto que colaboramos desde perspectivas muy diferentes.
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