Fenecio y apenas me di cuenta... es como cuando dejas de ver a un viejo amigo por años y al saber de él ahora tienes que buscarlo dos metros bajo la tierra de algún panteón olvidado, con flores putrefactas por el exceso de agua, o secas por la ausencia de la misma.
De niño leí y compré varios ejemplares. Ok, tengo más de Condorito. Y del Mil Chistes. Pero es más fácil encontrar esos ejemplares que los de la Familia Burrón en la mayoría de los comercios de revistas.
La historia que no se me olvida por nada es cuando el Conde Satán Carroña se chupa a La Divina Chuy... el relato es chingonsísimo... detalladísimo... me gustó más que los tópicos de los personajes principales.
Hoy leí que terminó la aventura... con más de 3000 capítulos en sus dos temporadas, una historia que se mantuvo por seis décadas en México... ni pedo, así es la vida y a la vuelta un vals...
Viviremos del recuerdo... y de las carísimas reimpresiones de Porrúa!
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