Fue el primero de agosto de 2004 cuando en mi agenda escribí "Más de quinientos muertos por culpa de un idiota", con letras rojas, y una cruz sanguinolenta siendo el punto máximo visual de la página.
Un incendio en un supermercado de Paraguay, y un idiota en la puerta principal que la traba para que la gente no salga corriendo en estampida, y se robe cosas del lugar.... medida por demás estúpida, pues sobretodas las cosas está el ser humano. El ser humano es principio y el fin. Jamás el medio.
Aunque no sólo fue el idiota guardia...el era sólo un títere, al final de cuentas. Verdaderos responsables los que dieron la orden, los dueños del lugar: Juan Pío Paiva y su hijo Daniel. Pero el día de ayer la "justicia" anuló las condenas de 12, 10 y 5 años -respectivamente-, aduciendo "defectos graves de forma'', por lo que ahora resulta que son inocentes los angelitos... y, en una de esas, andan demandando a las víctimas sobrevivientes y deudos.
Ojalá la justicia de la calle haga cuenta de esos tres hijos de perra. Que los maten a pedradas a los putos...
Reproduzco una excelente colección que me carrancié del Clarín al respecto...
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