De risa loca en verdad es el capítulo de Juanito. Se va, no se va, regresa, acusa, anda en Las Pellizcadas de Doña Márgara, haciéndola de quezque actor con Zayas y la banda alburera... delegado, ¿ser o no ser? Esa es la raíz de su comicidad!
Pero quien tiene la culpa, ¿el indio o quien lo hizo compagre?
Juanito, acéptese o no, es una creación del Peje. La más pura y elemental lógica respalda este hecho. Es una responsabilidad del Peje. Un experimento fallido de democracia, en un país bananero donde los intereses están por encima de los principios.
¿Será cierto el rumor de que Juanito está agarrado de los huevos por Salinas y compañía con videos comprometedores de pedofilia? No dudo que sea un rumor de las alas radicales del pejismo, para denostar al de por sí congénitamente denostado Juanito. Pero ya no se sabe. Por muy pendejito que se vea, el tipo puede tener su historia oculta. Y por muy pendejito que se vea, pues ya chingó.
Legalmente se la pelan. Él, ahora sí que haiga sido como haiga sido, ganó las elecciones. No hubo fraude, como el caso de las elecciones del 2006 contra AMLO. No hubo propaganda negra. No hay nada que hubeira podido invalidar esas elecciones. Sólo un compromiso "moral" entre políticos a la mexicana, en un ambiente totalmente putrefacto que no hace rara ver esta traición. Es como que la cerecita del pastel.
Ahora bien, dudo que el tipo aguante la presión. De alguna forma lo amenazaron en el grupo de Salinas-PAN-PRI para regresar. Un miedo mayor a las turbas pejezombies que de ahora en delante no lo dejarán dormir en paz y le darán mayores problemas cardiacos. ¿Qué será? ¿Realmente Juanito tendrá vocación de cura católico, es decir, de abusar de menores de edad?
Sepa la bola. Por lo pronto, a ver como continua esta moco-novela de la polaca mexicana.
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