En 1985, Rius nos narra la vil deuda eterna que cargamos, todos los pueblos latinos, sobre nuestros hombros, producto de la injusta reorganización económica basada en el dólar tras la Segunda Guerra Mundial, y de siglos y siglos de saqueo por parte de españoles, portugueses, franceses y gringos. Eso aunado a la ineptitud de los gobernantes de facto apoyados por Estados Unidos que han regido los destinos de millones y millones de latinos.
Gobernantes apátridas que nos prostituyeron al mejor postor, al Imperio, que descubrió antes de la Segunda Guerra Mundial que no era necesario ocupar militarmente un país, para poder dominarlo. Sólo bastaba tener controlada su economía. ¿Y qué mejor forma de controlar una economía, que tenerla en picada y de alquiler por los siglos de los siglos?
En esos años, Fidel lanza una estocada sobre el Imperio: la necesidad de una moratoria de pagos, pues en los puros intereses se iba el progreso social de los pueblos del sur del Río Bravo. Nadie le hizo caso, y 25 años después, las naciones siguen tan endeudadas como entonces (http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/hoy/index.php?id=2389&canal=Articulos&ghoy=0010&secciontxt=4).
¿Pero la solución sólo es esa? ¿Moratoria? La deuda de todas las naciones emergentes debería ser condonada por los muy cristianos bancos que nos han tenido sumidos en la miseria y el caos del American Way of Life. Condonación de las deudas (¿fue necesario un mega terremoto para que lo hicieran en haití, por ejemplo?), para poder construir un futuro mejor... algo que no conviene a la banda gringa ni sionista, por cierto...
Ah: y todavía Rius no se peleaba con Fidel, y hasta le dedica el libro, por cierto.
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