Lo dije antes y lo sostengo ahora: Jerusalem es una ciudad tres veces maldita, por el judaísmo, el cristianismo y el islam. Sólo ha costado sangre y sufrimiento a lo largo de los siglos. Se han peleado por ella como locos, desesperados por poder, hambrientos de sangre, más veces de las que podemos catalogar. ¿Y todo por qué? Por ser una ciudad "santa". De mierda, que!
Algo que causa tantos muertos no puede ser bueno.
La Comunidad Europea plantea que Jerusalem sea la capital del nazo estado de Israel, así como de Palestina.
Yo propongo que se detone una bomba nuclear con suficiente poder para destruir toda la vieja y la nueva ciudad, incluído Muro de los Lamentos, Cúpula de Roca, la Iglesia del Santo Sepulcro, y todos los otros sitios turísticos que se pretende sean puertas al misticismo barato delsiglo XV.
A la verga todo. Y que no crezca una sola rama de lo que sea en mil años hasta la próxima venida de Jesús...
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