sábado, 5 de diciembre de 2009

Unas nalgadas, pero por pendejas...


Estoy sumamente enojado.

El día de hoy me habló el gerente de Acámbaro para decirme que la chica que teníamos prevista para contratar en unos días, al darse una vacante porque la ejecutiva se va a Estados Unidos y quiere gozar antes de las fiestas decembrinas, mejor no. La razón: hoy le llamó para ver algunos puntos, y el novio de ésta, divorciado y ya con pelos en el coliseo, fue al módulo, la besó, le llevó flores... lo cual llamó la atención de autoridades pertinentes, y el gerente recibió un llamado de atención. Puta madre!

Y no estoy molesto porque se dio la vacante: quería ser esculcado de nuevo por la gendarme de vigilencia, que me cachondea riquísimo la muy zorrita. No. El motivo de mi enojo es que haya mujeres que permitan ese tipo de cosas.

Cuando estaba en la mensajería un par de veces fueron chicas con su novio a entrevista. Eso, caballeros y bolitas, es de pésimo gusto. Yo NI MADRES que contrataría a alguien así de dependiente. Una cosa es que tuy novio te acompañe cuando se trate de una dirección lejana o incierta, así como de vacantes abstractas. Pero que se quede afuera, en el coche, en la esquina. No mamen. Es nefasto verlos en la sala de espera cuchicheando, cuando no casi fajando. NO LO HAGAN!

Lo primero que deben mostrar en una entrevista es seguridad, no sumisión a una enferma relación.

Cuando la entrevisté, esta chava, a la que denominaremos Diana, porque así se llama, saludó a otro candidato que llegó de rato. Luego a un tipo moreno, fornido, de lentes. No le vi nada de extraño. Se conocen. Cuando fui a contratarla volví a ver al tipo moreno de lentes rondar la zona. "Tal vez trabaja aquí", pensé. Pueblo chico, infierno grande. Acámbaro es una ciudad chica en la cual ni señal de nextel tengo disponible, pero sí las famosas y suculentas acambaritas, que no son rancheritas caderonas y pechugonas, no. Son bolitas de pan para remojar en leche o cafecito, que pueden ser de canela, anís, vainilla o pasas.

Hoy me dice el gerente que antes de que entrevistaramos a Diana, el tipo ese de lentes llegó al módulo dizque porque ya contaba con nuestros servicios y la manga del muerto. Y que ha rondado mucho en estos días. El gerente dice que vivió en otro trabajo algo similar con una subordinada con novio celoso, repercusiones que llegaron hasta a su familai incluso, al recibir amenazas. Y no, el gerente no es acosador. Me consta su pasguatez. Y me consta también que en las horas que estuve pro allá vi varias veces al moreno fornido de lentes celoso de mierda.

¿Por qué las mujeres se permiten esos lujos? ¿Por qué un novio con ese perfil enfermizo? Por pendejas. Hoy día la mujer que se deja, es por pendeja. Ya no hay pretexto, al menos en zonas urbanas, y ni siquiera en los ranchitos, para dejarte celar por tu novio, o pegar, o la madre. Si te dejas humillar en aras del amor, de los hijos, del "que dirán" de la gente, vete a la mierda. No pidas clemencia, y que bueno que tienes novios como el que narra la siguiente rola, que está causando controversia entre las feministas trasnochadas que alegan que fomenta el machismo. No, señoritas vírgenes y amargadas de 30, profesionistas que no tienen tiempo para la felicidad y sí para más de 40 horas laborales a la semana: el machismo, hoy día, no lo difunden los medios de comunicación masiva. Ni la puta iglesia católica. Ni estas rolas que más bien son cómicas al venir de un gay closet. No. USTEDES SON LAS PRINCIPALES PROMOTORAS DEL MACHISMO, AL PERMITIR QUE PAREJAS CONTROLEN SU VIDA!

Por lo pronto, me da coraje la situación. Mañana le hablaré a Diana para decirle que gracias, aunque ya le juró al gerente que su novio no repetirá la escena de hoy. Nuestros objetivos difieren y no es posible establecer una relación de carácter laboral en estos momentos. Ni en ningún otro, mietras siga metida en ese lío.

¿Cuántas historias de este tipo no he visto en mis amigas, para saber el desenlace? Mi mejor amiga me dejó de hablar por los estúpidos celos de su esposo. Y ella lo aprueba, pues ella tuvo la culpa. Viejas pendejas...

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