Hay acontecimientos que trastocan tan duramente la delgada tela de la realidad, que marcan un antes y después en la historia.
Se me vienen a la mente el siguiente top ten de momentos históricos:
- La caída de Nínive, hacia el 612 a.C.
- La victoria de Augusto sobre Marco Antonio en el 31 a.C.
- La conquista de La Meca por parte de Mahoma en el 630.
- La victoria de Carlos Martel en Poitiers, el 10 de octubre de 732.
- La predica de la primera Cruzada, el jueves 27 de noviembre de 1095.
- La caída de Constantinopla, el 29 de mayo de 1453.
- El "descubrimiento" de América en 1492.
- La toma de la Bastilla, el 14 de julio de 1789.
- La Revolución Rusa de 1917.
- El ascenso de Hitler al poder como Canciller, el 30 de enero de 1933.
A mí nadie me quitará de la mente la convicción sobre lo acaecido ese día. Fue complot interno. Ya sea porque lo organizaron de pe a pa, o porque dejaron que pasara, y así poder tener un pretexto de futuras guerras. Pero fue interno. La culpa recae en los más altos mandos. La cabeza de Bush debería ser la primera en caer por estos crímenes de lesa humanidad.
Y es una convicción formada durante las primeras 24 horas de los eventos. No es algo que descubriese nuevo en documentales del History, o Discovery.
Ya son 9 años, y los costos de estos eventos siguen contabilizándose. Cientos de miles de muertos en Irak y Afganistán. Y los halcones empujan al nobel de la paz para que siga Irán.
¿Qué sucederá? El próximo lustro es determinante para la supervivencia de la humanidad. Y, por lo menos en mi vida, cuyo conteo inicia en el 82, es el evento histórico más importante acontecido, muy por encima de la caída de la URSS.
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