Esta nota del am no me gusta... Ok, coincido en que debe haber mayores oportunidades laborables, sin olvidar de un salario justo con prestaciones dignas de seres humanos... ¿pero perdonar un delito sea cual fuere la razón? Se presta a reforzar la conducta...
Perdonan robo por hambre
REDACCIÓN
NOTA PUBLICADA: 9/12/2009
El pasado 18 de febrero, Juan Sebastián Vázquez, de 28 años, entró a un centro comercial Chedraui, iba nervioso, pero convencido de lo que haría.
En los pasillos de la tienda, Juan tomó una bolsa con camarones, los metió en un mameluco para bebé, simuló que cargaba al bebé, e intentó salir sin pagar.
A la salida fue descubierto por los guardias de seguridad y puesto a disposición de la Policía Municipal, el hombre dijo a los elementos que lo había hecho porque sus hijas estaban en su casa con hambre y quería que ellas probaran los camarones.
Sin embargo, a petición de los afectados, Juan fue detenido y llevado a la estación de Policía.
Gilberto Martiñón Cano, juez del Juzgado Décimo de lo Penal, dijo que para estos casos muy específicos, la ley prevé un estado de necesidad que excluye a la persona de delito alguno.
“Cuando una persona roba por hambre, pero que realmente sea lo necesario para comer, en derecho penal, no es responsable”.
A sus 16 años, Georgina ya ha pasado por todo tipo de problemas, desde pequeña ha sufrido carencias económicas; compartió la comida con nueve hermanos, se casó muy joven, pero su matrimonio falló. Ahora tiene dos hijas que mantener.
Cuando apenas tenía 14 años abandonó su casa, se fue para juntarse con su novio, pensó que le iría mejor, pero fue al revés.
Una tarde de abril estaba desesperada por la situación que vivía; ella y su esposo no trabajaban y sus dos hijas le pedían comida. Georgina salió de su casa en la colonia León 1 y se dirigió a un centro comercial Chedraui.
Eran las 4:30 de la tarde del 22 de abril cuando la menor entró al negocio, estaba nerviosa, pero con la esperanza de ayudar a su esposo, robó por primera vez.
En los pasillos, Georgina escondió entre su ropa seis desodorantes, tres envases de crema y tres espumas para el cabello, después dijo apenada a las autoridades, que los iba a vender para comprarles comida a sus hijas.
Los guardias del establecimiento observaron la escena a través de las cámaras de seguridad y antes de que saliera, la detuvieron y llamaron a la Policía.
“La situación aquí es el que está robando porque no tiene para comer, esa gente sí siente remordimiento, sí siente pena robar, ahí entran mecanismos de defensa, dicen; yo tengo una explicación, no robo porque me guste, sino porque no tengo que darle de comer a mis hijos”, explicó Juan José Alvarado Alejandri, sicoanalista.
El juez Martiñón Cano aceptó que son pocos los robos que se hacen en realidad por la necesidad extrema de comer.
“No es frecuente, pero sí nos ha tocado, un caso de una señora, que robó leche para su hija, ella le daba de tomar agua con azúcar, en vez de leche, no tenía dinero y sí la necesidad”, relató.
“Otro caso donde el hijo de un señor estaba enfermo, no tenía para comprar las medicinas y lo que se robó fueron las medicinas para su hijo; en este caso sí se comprobó que tiene un hijo enfermo, el niño tenía asma, y él se roba específicamente la fórmula que necesita el inhalador de su hijo, el señor se absuelve de culpa”.
Las personas que roban por hambre se enfrentan a una situación de pobreza y resentimiento social, prefieren llevarse algo a la boca y correr ese riesgo.
Pero en algunos casos, el ladrón que es descubierto por las autoridades interpone este recurso para causar compasión, ante los afectados primero, y después ante las autoridades.
Cuando los Policías Municipales se enfrentan con esas situaciones, ellos no están facultados para determinar si la persona dice o no la verdad.
Según informó el encargado de estadística de Policía Preventiva, son pocas las ocasiones cuando los elementos dan parte a sus superiores de que detuvieron a una persona que robó por hambre.
“En el artículo 33 del código penal en su fracción novena, prevé las excluyentes del delito, hay dos tipos de estado de necesidad; justificante y culpante: El justificante es cuando una persona se encuentra en una situación específica, y lo hace por legítima defensa, y el culpante es el robo famélico (robo por hambre), aunque sea con dolo, pero si te estás muriendo de hambre, pues no se puede sancionar, no se sanciona el hambre”, dijo Gilberto Martinón Cano.
Sin embargo, las autoridades deben analizar el caso específico y determinar si en realidad lo hizo por comer, hay indicios que lo determinan, de lo contrario, la persona tendrá que enfrentar un proceso penal.
Testimonio
‘No me quieren emplear’
A mediados de agosto, José Luis Flores, de 57 años, fue detenido por las autoridades mientras intentaba abrir un carro en la Zona Centro.
De acuerdo a un informe oficial de las autoridades, el hombre les dijo que lo había hecho porque no tenía trabajo, y por lo mismo no tenía para comer.
José Luis vive en una casa humilde y hace dos meses perdió su trabajo en una ‘pica’ .
“Se acabó el trabajo en la pica hace dos meses y de ahí ya no he encontrado otro, diario salgo a buscar, pero ya estoy viejo y no me quieren emplear, nomás se me quedan viendo y me dicen ‘no hay’, me cierran las puertas”, contó José.
El padre de José falleció cuando él tenía tres años, desde entonces su madre lo crió junto con otros ocho hermanos.
“No teníamos dinero (...) Y salí a trabajar para ayudar”.
El hombre dijo que desde siempre ha sido zapatero, sabe utilizar la máquina centradora y la máquina de coser zapato.
Hoy se encuentra sin trabajo. Dice que a diario sale a buscar.
“Yo no pido que me den comida, sólo que me den trabajo para poder mantenerme”.
Esta es mi opinión, expresada en los foros del am:O sea que cualquier persona puede llegar a mi negocio, amagarme, amanezarme y robarse alimentos y al ser detenido simplemente decir que tenía hambre para que lo dejen ir y vuelva a cometer el hurto en otro lado, con mayores resultados? Por perdonar vean lo que le pasó al candidato para diputado en Veracruz...
¿Ustedes que opinan?
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