Libros Leídos XXVII: La Casa de los Espíritus

Este post lo subí a mi antiguo Space el 27 de septiembre del 2006...

Ya leí lo mejor de la literatura mexicana contemporánea, a mi gusto, representado por Juan Rulfo y su sensacional El llano en llamas y Pedro Páramo.

Ya leí lo mejor de Colombia, representado por Gabriel García Márquez y su fenomenal Cien años de Soledad.

¿Y luego? Ahorita que ando en una euforia literaria, como nunca antes, y que leo a una velocidad nunca antes experimentada, ni siquiera cuando leí El Peregrino en una noche, quiero aprovechar para leer lo más selecto de la literatura no lírica de nuestra amada Latinoamérica. Quiero recorrer todo el hemisferio sur... ¿qué seguiría de México y Colombia?

Para no comprar, pues aunque tengo un chingo de libros, la mayoría son mexicanos o de lengua sajona, decidí recurrir a mi colección de casi todos los libros de Isabel Allende, que editó Planeta DeAgostini hace un par de años. Ok, lo mejor de Chile es, por mucho, Neruda, pero ahorita no quiero leer poesía, sino novelas, cuentos o ensayos.

De los libros de la colección, 10, ¿por cuál decidirme? Opte por su primer trabajo literario, una novela que fue llevada al cine con actores de la talla de Jeremy Irons, la cleptómana Winona Rayder y el anglofílico Antonio Banderas: La casa de los espíritus.

Esa novela está partida en dos partes, por cuestiones de mercadeo de la editorial. Su lectura me pareció amena e interesante, pero sin llegar a compararse, jamás, con Cien años de Soledad ni con Pedro Páramo o El llano en Llamas.

De Isabel Allende tenía muy buenas referencias, por lo cual decidí comprar su obra (menos su triología ni la novela que hizo del Zorro), por parte de mi Diosa, quien en varias ocasiones se declaró hyper fan de Allende. Deduje, pues, que para sentir un vínculo más estrecho con ella, tendría que leer la obra de esta chilena nacida en Perú y exiliada al Imperio cuando el golpe militar contra su tío Salvador Allende, la bandera del comunismo democrático en América.

Y luego en el cable vi un documental sobre su vida y su obra... y me agradó. Sus ritos, el dolor de dejar Chile, su filiación con un símbolo a la altura del Che, y la desgracia de Paula...

Ya la había leído. Leí hace tiempo su Mi país inventado, uno de los más lacónicos de sus libros, dónde narra las peripecias del golpe y el exilio.

Por cierto, a Itzel le presté Retrato en Sepía, desde hace más de un año, y no me lo ha devuelto (nota al lector: si quieres que te recuerde durante toda la eternidad, más allá del bigbang y el bigcrunch, pídeme un libro prestado y no me lo devuelvas... a Itzel la recordaré por ese libro y por uno de Schopenhauer... a Vladimir por Filosofía para principiantes, mismo que compré porque Érika no me lo devolvió... a mi carnal por El amor en los tiempos del sida... a Monse por un libro de conquistas eróticas... a la maestra Albita por un libro que me robé en la primaria sobre la historia de Guanajuato... y a mi tío ratero por un libro de Nostradamus.... cabrones....).

(Nota del 2009: pues ninguno de esos libros me han sido devueltos a la fecha... el que menos me pesa es el que le presté al Vlad, pues sé que le da buen uso... pero lo que me encabrita es el par que le presté a Itzel, pues hasta se me escondió con tal de no devolvérmelos... que poca madre, un puto libro valía nuestra "amistad"... Y actualmente tengo prestada la primer parte de esta división absurda que hizo DeAgostini, por eso escaneo la tapa del segundo volumen... por eso no hay que prestar libros!!!)

Bueno, comencé a leer la novela el domingo... y hoy, miércoles, terminé... 525 páginas en cuatro días... muy buen record.

Como ya dije, no fue una obra de arte tan sensacional como Cien años de Soledad... pero me gustó... sobretodo por mostrarnos de manera tan vívida la campaña de terror pre-post electoral, con todo y Golpe de Estado por parte de "la Junta" y el gobierno de USA... y vaya si me acordé de la pasada y funesta campaña electoral mexicana y lo que podría ser el futuro en nuestro México en un par de lustros...

La historia se centra en Esteban Trueba, un joven que de ser un pobre diablo, llega a convertirse en un poderoso latifundista, y que, con el tiempo, también pasa a convertirse en militante activo del partido conservador y por 20 años detenta un escaño de Senador casi vitalicio.

Trata de las mujeres de su vida: Rosa, la bella, y su hermana Clara, con quien llega a casarse y tener tres hijos: Blanca, Jaime y Nicolás.

Asímismo, Blanca tiene a Alba, que se vuelve el principal personaje hacia el final de la historia.

Isabel muestra un dejo de tragedia griega en su novela romántica mercantil: todo se nos devuelve, de una u otra forma. El personaje principal es castigado con todo por parte de los dioses por un error que cometió en el pasado. En su juventud Esteban Trueba hace y deshace a su antojo, con su poderoso cuerpo y su fortuna. Pero el tiempo se cobra con creces los "errores" de Esteban, achicando su cuerpo y trayendo nuevos aires de libertad a la nación, mismos que son aplastados por la reacción a sangre y saña... reacción que apoya don Esteban Trueba, pero que le daría la espalda y se cobraría con su nieta, en la figura vengadora de Esteban García, su nieto bastardo.

La historia, a mi real entender, se salva por la parte del golpe contra Allende. De no ser por eso, hubiera sido una novelita amorosa más... muy contraria a Cien años de soledad, donde si bien se aborda el tema de liberales vs. conservadores, no es determinante en el texto... si se eliminara, no cambiaría mucho-mucho la historia total... y como ya dije, si se elimina esa parte de la Casa de los espíritus, la historia se va al carajo... una novela más del canal del desagüe.

Ya a posteriori leeré el resto de los libros de Isabel Allende, pero ahora ha llegado el turno de emigrar a otro país.

Salí de México a Colombia, y de ahí volé a Chile. Ahora es el turno de los ches, con el libro más gordo que habré leído... tiene nada más 769 hojas... y, aunque ansiaba leer al sabio Borges, pues éste autor también se me antojaba mucho, dadas sus maravillosas referencias... la semana que viene, espero, el gigante de la literatura argentina: Julio Cortázar, y su Rayuela...