Otro país más se une a la liberación de prejuicios anticomunistoides de la segunda mitad del seglo pasado, y a partir de hoy tendrá un rumbo alejado de la derecha, que tanto daño le ha hecho a su país, y al continente en general. La era de los dictadorcetes apoyados por Washington que sembraron el terror y la sangre por el hemisferio, cada vez queda más en las pesadillas sepias rubicundas, y en los libros de texto.
El reto no es fácil, especialmente en estos caóticos y bursátiles tiempos, en los cuales los países de corte izquierdoso cada vez se acercan más al capital para no hundirse, así como los países del libre mercado tienen que solventar la ruina de sus modelos empresariales, como GM que tronó hoy por ejemplo.
Entre los muchos virajes que dará el nuevo gobierno salvadoreño, aplaudimos el primero que ha dado, en su toma de posesión, en vivo por CNN: el restablecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales, desde ya, con el pueblo hermano de Cuba, el cual cada vez pierde menos fuerza como el anticuado "coco", o "lobo", para las masas iletradas y persignadas del continente.
Aún es temprano para hacer pronósticos o hacerla de profeta. Lo único que se le desea al pueblo hermano del Salvador es que todo sea para bien, que el tal Funes no sea una decepción -tipo Ortega ni tipo Lugo, por favor-, y que salgan del bache del subdesarrollo que por tantos años apoyaron su iglesia, sus militares, sus clases pudientes, y los hijos de puta del norte...
El reto no es fácil, especialmente en estos caóticos y bursátiles tiempos, en los cuales los países de corte izquierdoso cada vez se acercan más al capital para no hundirse, así como los países del libre mercado tienen que solventar la ruina de sus modelos empresariales, como GM que tronó hoy por ejemplo.
Entre los muchos virajes que dará el nuevo gobierno salvadoreño, aplaudimos el primero que ha dado, en su toma de posesión, en vivo por CNN: el restablecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales, desde ya, con el pueblo hermano de Cuba, el cual cada vez pierde menos fuerza como el anticuado "coco", o "lobo", para las masas iletradas y persignadas del continente.
Aún es temprano para hacer pronósticos o hacerla de profeta. Lo único que se le desea al pueblo hermano del Salvador es que todo sea para bien, que el tal Funes no sea una decepción -tipo Ortega ni tipo Lugo, por favor-, y que salgan del bache del subdesarrollo que por tantos años apoyaron su iglesia, sus militares, sus clases pudientes, y los hijos de puta del norte...
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