lunes, 8 de junio de 2009

Nacidos para perder...


A David Faitelson le andaban echando la culpa de la animadversión de la selección del Salvador contra nuestros mexinacos. Pero lo que pasa es que los salvadoreños se pasan de fanáticos... digo, hasta llevaron a una guerra su estupidez (aunado a causas internas y otros aspectos, tampoco el fut fue la causa, pero sí el detonante), contra su hermana república de Honduras en 1970... digo...

El futbol nunca me ha gustado. No caeré en la estupidez de decir que es deporte de nacos, albañiles, etcétera. Ni que es imbécil perseguir un balón como perrito por más de una hora. Cuestión de enfoques. Así como yo amo la lucha libre y la defenderé a muerte de los imbéciles que digan que es puro teatro y cosas por el estilo, pues hay quien le ve al "juego del hombre" simbolismos metafísicos y ufológicos.

Pero en lo que respecta al fut mexicano... le voy al Pumas por una cosa de la primaria, pero no soy de los que ve cada partido del Pumas. Y jamás le he ido a la selección mexicana. De hecho en el 98, cuando Alemania la eliminó del mundial, yo y el Changui "cantamos" el himno alemán, ante las mentadas de madre de todo el grupo en la TV4. Aunque, obvio, se desea que, de hacer un buen trabajo, lleguen lejos los chamacos. Ganen eliminatorias y lleguen a la final. Y, porque no, ganen el baloncito ese de oro... es tu país... pero cuando hacen todo con las patas (vaya metáfora). Se creen dioses, ganan un dineral, luchan más para sobresalir que para ganar... no hay visión de equipo... carajo. Creo que yo como psicólogo organizacional haría un mejor papel en la selección, sin saber de fut, con esas señoritas menopáusicas...

Y retornando con Faitelson, casi al finalizar esa humillación del 2-1 (prendí la tele justo un instante, quizá dos, de que el Cuahtémoc metiera el gol del empate), en su espacio en la tele dijo que lo mejor sería que la selección no fuera a África 2010. Que se quedara en casa para restructurarse. Los señores se duermieron en sus laureles presumiendo su nivel de futbol, cuando otras selecciones -como la del Salvador- cada día mejoraban, hasta dejarnos en el penúltimo lugar de nuestro grupo... y sí... no importa si lo dirije un mexicano, un extranjero, o el mismo dios... el liderazgo no siempre es el determinante. Por muy Gengis Khan o Alejandro Magno que se fuese, si se tiene por ejecutores a una bola de ineptos ególatras, no habrá mucho avance... se requiere aquí un líder tipo Patton para hacer de esas maricas unos hombres verdaderos... o habrá que buscarlos en los barrios...

Vaya semana para México... "El México de Calderón", rezan los senderistas...

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