Gais y católicos se insultan al paso del papamóvil
"Hemos recibido al Papa con un acto de amor reivindicativo", dicen los organizadores del Queer Kissing Flashmob
JOSÉ ÁNGEL MONTAÑÉS - Barcelona - 07/11/2010
"No salgas el sábado por la noche y ves a besarte frente al Papa". Esa era el mensaje que llegó por facebook y el móvil. Más de un centenar de gays y lesbianas esperaban a las nueve de la mañana a Benedicto XVI a la salida del palacio arzobispal en la Avenida de la Catedral de Barcelona. Coincidiendo con el paso del Papa (que había salido 11 minutos tarde de la agenda prevista) comenzaron a besarse y a gritar "Yo no te espero", "La iglesia que ilumina es la que arde" o "Bote, bote, bote, pederasta el que no bote", pese a que la consigna era solo besarse y evitar los "insultos, pancartas, banderas y cualquier tipo de respuesta a provocaciones o agresiones físicas o verbales", decía la convocatoria.
Sus gritos llevaron a que grupos de jóvenes católicos, concentrados para ver al Papa camino de la Sagrada Familia, les contestaran también a gritos de "Nosotros os queremos", y "esta es la juventud del Papa", o incluso cantaron el "Qué viva España", de Manolo Escobar. Tras varios momentos de tensión, los Mossos d'Esquadra tuvieron que intervenir separando a los dos grupos para que la tensión no aumentara.
Jordi Petit, histórico dirigente del movimiento homosexual, aseguró que "era un acto de protesta pacífica para demostrar que el amor es igual en todos los corazones. Hemos recibido al Papa con un acto de amor reivindicativo, en contra de la jerarquía eclesiástica que ataca los derechos humanos básicos, prohibiendo el uso de los preservativos, el divorcio o el aborto". De todas formas, Petit matizó que esta crítica iba dirigida a "la jerarquía de la iglesia y no a los cristianos de base que hacen un trabajo positivo". Tras pasar la comitiva del Papa, los convocantes de la Queer Kissing Flashmob irrumpieron en un largo aplauso y se disolvieron de forma pacífica.
"No salgas el sábado por la noche y ves a besarte frente al Papa". Esa era el mensaje que llegó por facebook y el móvil. Más de un centenar de gays y lesbianas esperaban a las nueve de la mañana a Benedicto XVI a la salida del palacio arzobispal en la Avenida de la Catedral de Barcelona. Coincidiendo con el paso del Papa (que había salido 11 minutos tarde de la agenda prevista) comenzaron a besarse y a gritar "Yo no te espero", "La iglesia que ilumina es la que arde" o "Bote, bote, bote, pederasta el que no bote", pese a que la consigna era solo besarse y evitar los "insultos, pancartas, banderas y cualquier tipo de respuesta a provocaciones o agresiones físicas o verbales", decía la convocatoria.
Sus gritos llevaron a que grupos de jóvenes católicos, concentrados para ver al Papa camino de la Sagrada Familia, les contestaran también a gritos de "Nosotros os queremos", y "esta es la juventud del Papa", o incluso cantaron el "Qué viva España", de Manolo Escobar. Tras varios momentos de tensión, los Mossos d'Esquadra tuvieron que intervenir separando a los dos grupos para que la tensión no aumentara.
Jordi Petit, histórico dirigente del movimiento homosexual, aseguró que "era un acto de protesta pacífica para demostrar que el amor es igual en todos los corazones. Hemos recibido al Papa con un acto de amor reivindicativo, en contra de la jerarquía eclesiástica que ataca los derechos humanos básicos, prohibiendo el uso de los preservativos, el divorcio o el aborto". De todas formas, Petit matizó que esta crítica iba dirigida a "la jerarquía de la iglesia y no a los cristianos de base que hacen un trabajo positivo". Tras pasar la comitiva del Papa, los convocantes de la Queer Kissing Flashmob irrumpieron en un largo aplauso y se disolvieron de forma pacífica.
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