domingo, 12 de septiembre de 2010

Olvidan a héroes




Olvidan a héroes
JUDITH MARTÍNEZ
NOTA PUBLICADA: 9/12/2010

Al norte de León están abandonados los vestigios del lugar donde los líderes insurgentes Pedro Moreno y Xavier Mina enfrentaron a las fuerzas realistas, hace dos siglos. Uno fue decapitado y otro fue aprehendido y azotado en aquel lugar. A escasos días de que se celebre el Bicentenario de la Independencia, ninguna autoridad ha intervenido para rescatar ese sitio histórico, clave en la lucha libertaria.

Abandonan sitios de Independencia

En medio de la sierra El Ocote, al norte de León, se esconden los vestigios de lo que hace casi 200 años fue uno de los escenarios más trascendentes en la lucha por la Independencia de México.

En aquel sitio fue asesinado el líder insurgente Pedro Moreno y fue capturado Francisco Xavier Mina, por parte de las tropas que dirigía en el Bajío el coronel Francisco Orrantia, acto que para muchos significaba el fin de la lucha.

A casi dos siglos, el escenario histórico está olvidado y los pobladores apenas conocen la historia de lo que ocurrió en sus tierras y eso porque cada 27 de octubre un grupo de políticos y familiares de Pedro Moreno, acuden a la peña donde fue degollado el insurgente laguense para rendirle honores.

El rancho El Venadito era la estancia de la hacienda La Tlachiquera, conocida desde 1919 como Nuevo Valle de Moreno, en honor al líder insurgente.

El Venadito era considerado una de las zonas más seguras para descansar debido a su alejada y escondida ubicación, situada sobre un pequeño barranco a la orilla de la sierra El Ocote, rodeado de desfiladeros profundos y grandes peñones rocosos.

La población nunca tuvo más de 15 casas, además de las trojes y estancias de la hacienda, las cuales se han ido derrumbando con el tiempo y perdiendo en el olvido.

Hoy existen cinco casas en pie; una es visitada de vez en cuando por sus dueños y en otras cuatro habitan seis familias oriundas de El Venadito.

Los últimos muros

Frente al pequeño templo encomendado al Perpetuo Socorro, se levantan unas paredes de piedra con casi tres metros de altura que forman lo que en su momento fue una troje de unos diez metros de largo por cinco de ancho; la construcción quedó sin techo, tiene paredes desgajadas y en la superficie han crecido nopaleras.

Entre la maleza que ha crecido alrededor de la finca, rodeada por una cerca de piedra, se alcanza a ver una lápida colocada el 22 de julio de 1921 por el entonces Gobernador de Guanajuato, que menciona que ese fue el sitio exacto en el que las tropas realistas sorprendieron a Francisco Xavier Mina y a Pedro Moreno el 27 de octubre de 1817.

Según Manuela Cruces, habitante de El Venadito, la troje era utilizada para guardar granos de frijol y maíz y alrededor de 1960 fue habilitada como escuela, pero las clases ni siquiera duraron un año. Luego la troje quedó en el olvido.

La captura de Mina

A unos 200 metros de la troje, a un costado del camino, se levantó un pequeño monumento de cantera que hace alusión al lugar exacto donde fue azotado el héroe insurgente Francisco Xavier Mina, en manos del coronel realista Francisco Orrantia. El monumento está quebrado y revela a simple vista el innegable paso del tiempo.

Según la monografía histórica recopilada por Antonio Rivera de la Torre, Mina llegó a El Venadito para descansar con su amigo Mariano Herrera, luego de haber perdido una lucha. Al mismo sitio llegó Pedro Moreno acompañado por su asistente Mauricio, luego de unas derrotas en el Fuerte del Sombrero. La intención de Moreno era sumarse a la lucha de Mina, pero la noche del 26 de octubre ambos pretendían descansar.

Supuestamente un espía avisó a Orrantia sobre la presencia de los insurgentes en El Venadito y la madrugada del 27 de octubre de 1817, el coronel realista rodeó el rancho con más de 500 elementos.

Tras la sorpresa, Mina fue aprehendido en el momento y luego llevado a Silao y a Irapuato y fue ejecutado hasta el 11 de noviembre.

La decapitación de Moreno

Mientras tanto, en la madrugada del 27 de octubre, Pedro Moreno logró escapar acompañado por su asistente sobre la sierra El Ocote, donde lograron esconderse en una cueva en la sierra.

Según la historia, Moreno mandó a su asistente a buscar un caballo para poder escapar, pero en la separación, la tropa de Orrantia capturó a Mauricio y fue obligado a revelar el escondite de Moreno.

Tras saberse descubierto, Pedro Moreno corrió a la sierra y trató de esconderte detrás de una peña, pero las balas lo alcanzaron y los contrarios lo degollaron esa misma mañana.

La cabeza del insurgente fue enviada a su tierra natal –Lagos de Moreno- y expuesta a la orilla del cerro El Calvario. El cuerpo quedó tirado y fue sepultado un día después en el cementerio de la hacienda La Tlachiquera, hoy Nuevo Valle, en León.

“El cadáver de don Pedro de Moreno quedó tirado todo el día 27 de octubre, que lo mataron (sic); y otro día hasta las cuatro de la tarde, que ya no quisieron seguir cuidando los peones que puso don Pedro Alba, procedieron los dos alcaldes, el de esta hacienda y de la estancia de El Venadito, a levantar el cadáver ya corrompiéndose y atraerlo al camposanto de esta misma hacienda”, detalla Rivera de la Torre en su monografía histórica.

Posteriormente, en 1823, el cuerpo de Moreno fue extraído y llevado a México para unirlo con los primeros caudillos de la Independencia, entre ellos, Mina, Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez.

La peña en la que quedó tirado el tronco del insurgente fue adecuada hace 12 años como una pequeña plaza de piedra con una escalinata de cuatro gradas y un asta de metal.

Recuerdo efímero

Cada aniversario luctuoso del insurgente, la Junta Patriótica de Lagos de Moreno y el Ayuntamiento de León, recuerdan al insurgente y cada 27 de octubre le rinden honores y un acto cívico.

Según los pobladores de Nuevo Valle de Moreno, este año la tradición continuará, pero sin mayor trascendencia a pesar de los festejos por el Bicentenario. Sólo celebrarán una misa en la parroquia y luego visitarán la peña donde se degolló al insurgente.

Los únicos preparativos para conmemorar el Bicentenario por parte de los habitantes de Nuevo Valle, es el desfile por la comunidad y un acto cívico en la plaza, pero no está programada una visita a la peña.

Los preparativos que ya anticipan el festejo del 27 de octubre es un corrido que escribieron las alumnas del Videobachillerato y que pretenden cantar durante el acto cívico del próximo mes.

Manuel Cruces, habitante de El Venadito, dijo que el único informe que tienen es que se hará un dibujo de los insurgentes en la barda del depósito de agua que se ubica cerca del sitio donde se azotó a Xavier Mina.

Pero las imágenes de los héroes ni siquiera han sido trazadas. Para ellos no hubo festejo del Bicentenario.

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