viernes, 17 de septiembre de 2010

Un Hidalgo apostador, mujeriego, juerguista...


El perfil idílico de todo buen político mexicano...

Un Hidalgo apostador, mujeriego, juerguista...
Columba Vértiz de la Fuente


MÉXICO, D.F., 16 de septiembre (Proceso).- Un retrato desmitificado del patriota máximo de la Independencia nacional estrena rostro este jueves 16 en salas cinematográficas mexicanas. Se trata de la nueva cinta a cargo de Antonio Serrano sobre el venerable cura de Dolores, cuya personificación por Damián Bichir deja atrás la anquilosada imagen oficial y denuncia intolerancia férrea de la santísima Inquisición ante “los secretos de un hombre callados por el grito de un héroe”.
En el largometraje Hidalgo: La historia jamás contada, dirigida por Antonio Serrano, se ve al personaje histórico Miguel Hidalgo y Costilla “más real y no una estatua”, según el director.
Continúa Serrano:
“El Hidalgo de la película nos permite ver cómo se va forjando un camino –de acuerdo a una búsqueda personal– que está lleno de tropiezos, enredos y momentos maravillosos para poder cambiar algo, hasta un país.
“Es un Hidalgo que busca su destino y se hace responsable de él, no pide ni estira la mano: busca, encuentra, hace y, a veces, lo logra. Nuestro don Miguel se divierte, se ríe y se burla; pero también padece, sufre, se contradice y se arrepiente.”
Este largometraje, que forma parte de los proyectos cinematográficos para conmemorar el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución (Proceso 1736), se estrenará el jueves 16 con 450 copias que distribuirá 20th Century Fox.
Damián Bichir recrea al Padre de la Patria.
También actúan Ana de la Reguera, Cecilia Suárez, Miguel Rodarte, Gerardo Trejo Luna, Juan Ignacio Aranda, Flavio Medina, Carolina Politi, Verónica Terán, Néstor Rodulfo, Ilse Salas, Abril Mayett y Antonio Gaona.
Serrano detalla que son cerca de 40 actores los que intervienen en la película. Leo Mendoza escribió el guión donde retrata a un Hidalgo intelectual apasionado del teatro, marido mujeriego y papá bebedor, entusiasta de la juerga y fanático del baile.
–¿Por qué le interesó mostrar a un Miguel Hidalgo más humano? –se le pregunta a Serrano, también realizador de Sexo, pudor y lágrimas y La hija del caníbal.
–Creo que es importante saber que los héroes antes de héroes fueron personas, como cualquiera de nosotros, con cualidades y defectos. Y que después de los acontecimientos, su voluntad o su visión fue la que los lanzó a querer cambiar el rumbo de las cosas, para bien o para mal…
–¿No olvidó incluir mayores datos respecto de los sucesos históricos de aquel entonces?
–No es un largometraje sobre el inicio de la guerra de Independencia. Es la historia de un hombre que como historia tiene valor en sí misma, no sólo porque el personaje después se haya convertido en héroe.
“Es una película que habla sobre la dificultad que tenemos la mayoría de los seres humanos para llegar a ser lo que queremos ser, y habla también de todas esas fuerzas que intentan siempre de impedírnoslo. El filme habla del alto precio que a veces uno tiene que pagar por ser lo que uno quiere ser.”
–¿No cree que el peso del filme caiga mucho en la parte más personal de Hidalgo y el chisme de su vida privada?
–Dicen las estadísticas que 95% del tiempo que las gentes emplean para hablar entre sí es para chismear, ¡imáginate si la misma historia no sea en realidad un chisme completo pasado de boca en boca, desvirtuado…! Aunque siempre están los documentos, pero ¿uno es siempre objetivo al escribir un documento? Y bueno, eso del chisme…
“No creo que eso sea la película. Sí tenemos a un cura y a unas beatas muy chismosas que le hacen imposible la vida a nuestro Hidalgo. Si lo de chisme lo dices por sacar a la luz las relaciones amorosas que Hidalgo tuvo en vida, eso es un hecho que sucedió, al menos para muchísimos historiadores, y se cuenta como tal, no es un chisme.”
El centro de la trama se desarrolla durante la estadía de Hidalgo en San Felipe Torres Mochas, Guanajuato, “cuando lo corrieron de Valladolid, hoy Morelia. Se saben poquísimas cosas de ese periodo: que a su casa le llamaban la pequeña Francia (lo francés era sinónimo de liberal para la época) porque en ella se discutía de todo; que tradujo y montó a Molière, y que conoció a Josefa Quintana, con quien después tuvo dos hijos…
“A partir de esos escasos datos de tal periodo de su vida que contamos en la película, Leo Mendoza desarrolló el guión. Aunque hay otras partes de la historia en la que se cuentan hechos de los que hay más información, como su paso como rector por Valladolid.”
–¿Le preocupan las críticas de los historiadores?
–Si suscitan el debate, pues resultan mejor a que no pase nada. La película la hicimos con gran admiración y respeto a los historiadores. Y a don Miguel Hidalgo y Costilla.
Iglesia inflexible
Los productores de Hidalgo: La historia jamás contada son Lula García y Luis Urquiza, a quienes se asociaron Carlos e Inna Payán y Walter Doehner. También participan Wanda Films, de España; Tequila Cuervo, Eficine e Imbursa.
Brigitte Broch, ganadora del Oscar por Moulin Rouge, de Baz Luhrman, es la directora de arte. Leticia Palacios estuvo en el vestuario, Emiliano Villanueva en la fotografía y a Alejandro Giacomán se debe la música.
–La cinta muestra la intolerancia de la Iglesia en el siglo XIX…
–… Como lo que siempre ha sido: intolerante, mesiánica, tonta y represora, como todas las religiones del mundo. Aunque religión venga de religare, volver a “unirse” con una comunidad, la Iglesia católica siempre se ha opuesto al avance de este país.
“No hablemos durante el virreinato, donde era el poder absoluto y el brazo derecho de la corona. Recordemos que juzgaron, torturaron, excomulgaron y le cortaron la cabeza a Hidalgo por querer independizarse buscando un mejor destino para todos. Menos para ‘ellos’, claro…”
Abunda en su argumentación:
“Diez años después, un grupo de sacerdotes católicos conjuraron en la iglesia de La Profesa para contratar a Agustín de Iturbide y pactar con los insurgentes. En España se había proclamado la Constitución de Cádiz, la más liberal de la época, en la que, entre otras cosas, se le quitaban los bienes materiales al clero. ¿Qué hizo entonces aquí nuestra Iglesia? Apoya a la insurgencia para independizarse de España, para conservar sus prebendas y propiedades. Por eso apoya a Iturbide, no por su lealtad a las causas de la insurgencia.”
–¿Continúa siendo la Iglesia en México intolerante y cerrada?
–Por las últimas declaraciones del cardenal Íñiguez sobre los maricones, las lesbianas, las mujeres asesinas (no las de Televisa, sino las que deciden abortar), por la negación a las violaciones del padre Maciel y sus millonarios de Cristo, y su sometimiento a esos papas vedettes y rock stars, creo que sí.
Paradoja hidalguista
–Luego de filmar Hidalgo, ¿cómo concibe ahora a este personaje tan querido por los mexicanos, aunque acartonado por los libros de historia?
–Lo quiero más y lo comprendo. Su carácter rebelde, contestatario e irreverente tuvo varios procesos de excomunión en vida por atreverse a cuestionar dogmas de la Iglesia católica, si bien lo llevó a tomar esa decisión de una gran valentía, iniciar un levantamiento adelantado, cuando todos los demás se hubieran querido esconder dentro de una cueva…
“De Hidalgo se dicen muchas cosas. Se dice que la suya fue una guerra santa por enarbolar como estandarte a la Virgen de Guadalupe y ser seguido por un pueblo oprimido, expoliado, analfabeto y fanático; para pelear contra otros fanáticos, los realistas, que tomaron a la virgen de los remedios (la virgen de la conquista), de bandera. Otros dicen que fue una guerra de castas, donde los criollos sólo querían ganar terreno.
“O que Hidalgo se levantó por querer recuperar sus tierras que había perdido al no poder pagar sus deudas, pues era muy despilfarrador, aunque en eso de la pérdida de las haciendas también tuvieron que ver los excesivos impuestos con los que la corona hispana castigaba a la Nueva España para financiar su guerra contra Inglaterra. Otros dicen que Hidalgo era solamente un cura soberbio sediento de venganza, que se llegó a nombrar alteza serenísima, que permitió saqueos y genocidios y que nunca tuvo un proyecto de país. Fue el primero en América en abolir la esclavitud.
“Se dice todo esto y tal vez sea cierto. La humanidad de un héroe consiste en irle otorgando facetas que lo hacen contradictorio, complejo, fascinante.”
Leo Mendoza, quien comenzó a escribir esta historia en 2008, resalta que el proyecto no es una biografía histórica, sino una película de ficción. El guión estuvo asesorado por María José Garrido, doctora en historia y especialista de esa época de la Independencia.
Ante la pregunta: ¿Por qué presentar a este titán mexicano más humano?, responde con otra interrogante:
“¿Y por qué no presentar una imagen así?”
–¿Este Hidalgo de la película beneficia acaso al gobierno actual para ensalzar a otro héroe, como es Agustín de Iturbide?
–No creo… Lo de Iturbide e Hidalgo inició en los comienzos del México independiente, entonces Iturbide prácticamente borró a Hidalgo de la historia, y luego los sucesivos gobiernos más o menos hasta la Reforma ensalzaban a uno o al otro. Todavía sigue esa vieja división que es una torpeza, aunque te caiga mal uno o el otro.
“En realidad, como dijo Edmundo O’Gorman, hay que aceptar la historia como fue, e Hidalgo la inició e Iturbide la concluyó. No creo que haya algún problema, tampoco creo que el gobierno quiera ensalzar a este Hidalgo que hicimos. Sólo es una película, y yo en lo particular creo que soy más hidalguista que cuando comencé a escribir el guión.”
El actor principal Damián Bichir concibe así al Padre de la Patria:
“Fue un hombre extraordinario. Renunciar a su propio bienestar por el bien común no es algo que veamos todos los días, sólo un hombre amante de la vida como lo fue Hidalgo podría embarcarse en una empresa de dimensiones monumentales.
“Esta película llega a nosotros justo cuando hacen falta hombres dispuestos a dedicar su vida al bien común y no sólo a cumplir con agendas personales o partidistas”.
Desde Los Ángeles, California, Ana de la Reguera agrega:
“Este Hidalgo me parece fascinante, ya que siempre nos hicieron creer que Hidalgo era casi un santo, pero hasta la Iglesia lo denigra. En verdad es un héroe que comete muchos errores, incluso en la cinta cree ser como Tartufo.”
Y lamenta que la intolerancia clerical continúe aún hoy en día, “como se puede ver con las mujeres que encarcelaron en Guanajuato por abortar”.
El filme ha sido clasificado con B-15. Carlos Lazo, director general de 20th Century Fox, redondea que se trata de “un largometraje muy bien narrado, gran producción y excelentes actuaciones”. Y remata:
“Desde que nos mostraron las primeras escenas nos dimos cuenta de lo bien que estaban cuidados los detalles de la producción. Y el hecho que estuvieran Bichir y De la Reguera lo volvió un proyecto muy atractivo.”

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