lunes, 25 de mayo de 2009

Libros leidos VIII / IX: El llano en Llamas / Pedro Páramo



Otra entrada de mi viejo Space de msn, con un dato agregado en calidad de actualización...

Juan Rulfo y su fabulosa obra, en dos actos (Literatura)
14 septiembre 2006 08:03 p.m.

De Juan Rulfo ya había oído muchas veces. Pero en literatura hay tantos autores, y tantas obras maestras, que es prácticamente imposible, en una vida, leer todo de todos. Por ello es que a partir de Rulfo he decidido no leer mucho, sino lo bueno... lo mejor... lo más selecto de los más chingones. Nunca más ponerme a pensar, abrumado, que ni siendo inmortal leería todo lo que se ha producido en este planeta desde que nuestros ancestros neanderthales andaban inventando figuras y símbolos para expresar sus ideas, más allá de los alaridos y señales maternas.

De Rulfo tengo la imagen que me regaló La Chora Interminable, en el capítulo en el que el escritor frustrado le reclama a su pésima musa, señalándole a la de Rulfo, que iba en una limosina. "Trabajo bien poco", y pues le iba de maravilla.

Y también recuerdo que Horacio Villalobos, en los últimos programas de su desaparecida Válvula de Escape, elogiaba con mucho énfasis a la obra de Rulfo. Y para que Horacio hablará taaan bien de esa obra, pues está cañón. Tiene que ser algo de muchísima calidad, cavilaba en ese entonces.

Y fue hasta este maldito/bendito 11 de septiembre, cuando se me hizo comprar la obra de Rulfo. Yo iba con la idea de comprar El llano en llamas. Pero me topé con una edición muy chingona de Planeta, y barata, que también contenía Pedro Páramo... o sea, toda su obra contenida en un sólo libro...

En la cuarta de forros vienen reseñas de 4 grandes, pero son las dos primeras las que describen muy bien la obra:

Gabo dice que "No son más de 300 páginas, pero son casi tantas y creo tan perdurables como las que conocemos de Sófocles"...

Y el master Borges dice que "Pedro Páramo es una de las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica, y aún de la literatura"...

Y sí... son 112 páginas de Pedro Páramo; mientras que son 137 de El Llano en Llamas.

Y es esta última la que más ganas tenía de leer. ¿Por qué El Llano en Llamas? Bueno, cuando comencé a documentarme sobre el cuento, venía esta obra como el ejemplo claro del cuento contemporáneo, como lo son los Ensayos de Montaigne: o los cómics-historietas de Rius...

De hecho, en un libro que llevé en la secundaria, leí uno de los cuentos que componen El Llano en Llamas, titulado No oyes ladrar los perros, aunque, sinceramente, ya no lo recordaba con exactitud. Y en El Chamuco, el master Fisgón hizo una adapatación de Diles que no me maten, en dónde Colosio era el personaje central.

Pero bueno... El Llano en Llamas es una colección de cuentos que publicó Rulfo en 1953. En 1970 agregó dos cuentos más a esta obra, y he aquí una breve reseña de todos ellos...


  1. Nos han dado la tierra. Varios indios llegan a un llano desolado, en dónde es imposible sembrar cualquier cosa, pero que es suyo por obra y gracia del gobierno, que se compadeció de ellos y les dio ese terrenote. Suertudotes, cómo los quiero!!!
  2. La Cuesta de las Comadres. Pleitos entre comunidades distantes, pleitos añejos de esos que no se sabe como iniciaron, pero que sí se conoce a bien como terminarán. El mejor amigo de los Torricos es testigo del asesinato de Odilón, y es el que da fin a la despreciable vida de Remigio.
  3. Es que somos muy pobres. Una familia de esas marcadas por el destino: las dos hijas mayores salieron muy precocez y se han ido de pirujas. Las mejores intenciones quedan con la más chica, Tacha, a quien apenas y le brotan los senos como pequeñas uvas listas para cosechar con la boca. Pero debido a que Serpentina, la vaca-dote de Tacha ha sido arrastrada por la corriente, tras una fuerte lluvia, las esperanzas se pierden conforme pasa el tiempo, pues "El sabor a podrido que viene de allá salpica la cara mojada de Tacha y los dos pechitos de ella se mueven de arriba abajo, sin parar, como si de repente comenzaran a hincharse para empezar a trabajar por su perdición"... wow!!!
  4. El hombre. Una escena de persecución, como en una película de mercenarios yanquis de la cual nunca he aprendido su nombre. Un hombre huye de otro, por haberle matado a toda su familia. Esto, porque el que se ha quedado sin esposa ni hijos mató al hermano del acorralado. "Nadie te hará daño nunca, hijo. Estoy aquí para protegerte. Por eso nací antes que tú y mis huesos se endurecieron primero que los tuyos".
  5. En la madrugada. Un pobre milusos es acusado de matar a un pederasta, cuando quien lo mató fue la mamá de Margarita, tras cachar a su hermano.
  6. Talpa. Los cuñados cometen incesto y de paso matan, indirectamente, al estorboso de Tanilo Santos. Pero después la Natalia se retuerce del remordimiento.
  7. Macario. Uy, esta historia me encantó... un niño con down en un ranchito... apedreado por todos... siendo el blanco de las burlas colectivas... siendo tratado por su puta abuela como un pecador de nivel alpha... y cuyo único consuelo es la leche de Felipa, "... aquella leche buena y dulce como la miel que le sale por debajo a las flores del obelisco...".
  8. El Llano en Llamas. Un grupo de rebeldes (fuck, esa puta novela enmierda esta bella palabra!), azota varias comunidades, hasta que es ajusticiada por descarrilar un tren repleto de soldados.
  9. ¡Diles que no me maten!. Un anciano suplica por su vida. Hace muchas décadas asesinó a un hombre, y ahora la justicia quiere ajustar cuentas con él, a pesar de lo mucho que ha sufrido, de lo patético que se ha vuelto su cuerpo con el paso del tiempo. Y esa justicia viene encarnada por el coronel Terreros, el hijo del asesinado don Lupe... la justicia se come fría, my friends...
  10. Luvina. Un viajero va para Luvina, el cerro más alto y pedregoso de los cerros altos del sur. Pero un antiguo habitante de ahí le cuenta lo desértico que es Luvina... lo vacío, lo hueco, lo muerto... "Allá viví. Allá dejé la vida... Fui a ese lugar con mis ilusiones cabales y volví viejo y acabado".
  11. La noche que lo dejaron solo. Huyendo de soldados, tres cristeros se escabullen por diversos ranchos. Uno de ellos se retrasa, y al alcanzar a los suyos, ve que estos, dormidos, han sido rodeados por los soldados, quienes sólo esperan al último para acribillarlos. Pero este continuó con su camino, sin mirar pa' tras...
  12. Paso del norte. Un paisano anhela ser parte del sueño americano. Le encarga a su apá su familia, pero el pinche viejo le cobrará todo con creces. Ya en el norte, tiene la mala suerte de no pasar el río, y se retacha pa’l pueblo, en donde su amada Tránsito se fue con un arriero.
  13. Acuérdate. "Acuérdate de Urbano Gómez, hijo de don Urbano, nieto de Dimas, aquel que dirigía las pastorelas y que murió recitando el 'rezonga ángel maldito' cuando la época de la influencia"... la historia de un resentido que vuelve al pueblo, como policía, para cobrar venganza, y terminó ahorcándose...
  14. No oyes ladrar los perros. Un anciano padre carga el cuerpo de su hijo moribundo al poblado más cercano, en dónde hay doctor. Este hijo es un ingrato de primera. Le rompió el corazón a su madre, tras convertirse en vil cuatrero. Tan ingrato, que ni siquiera le avisó a su padre el ladrar de los perros, para saber que tan cerca o lejos estaba el poblado.
  15. El día del derrumbe (incorporado en 1970). Un fuerte terremoto devasta un poblado. El señor gobernador se aparece por ahí, diciendo que la revolución los amparará.
  16. La herencia de Matilde Arcángel (incorporado en 1970). Euremio Cedillo detesta a su hijo Euremio, y le echa la culpa de la muerte de su esposa, Matilde. Le hace la vida de cuadritos a su hijo, hasta el momento de su muerte.
  17. Anacleto Morones. Un grupúsculo de viejas beatas acude con Lucas Lucatero, para pedirle que vaya a testificar la santa vida del Santo Niño, a quien las cabronas creían poco menos que dios... pero que en realidad era un perfecto hijo de su rechingada madre... tipo Papa Nabor de la Nueva Jerusalén...

Tan tan...

Estos cuentos, por su ambiente pueblerino, campesino, de indiada, me recordó los viejos cuentos del gringo B. Traven, su Canasta de Cuentos Mexicanos, que leyera por órdenes de Jacobo en la prepa. Y al releer, hoy mismo, esos cuentos, me di cuenta de la abismal diferencia: Traven juzga la indiosincracia mexicana... nos retrata como brutos a los ojos de los yanquies... y Rulfo no... él simplemente plasma la realidad... nos envuelve con su sensacional prosa que es poesía disfrazada... no juzga ni califica ni clasifica... simplemente narra los hechos... los desarrolla... nos hace partícipes.

Leer los 17 cuentos de Rulfo me dejaron un sabor de boca muy dulce... muy agradable... es de lo mejor que he leído en mi vida... superando por mucho a Traven...

Eso, en cuanto a los cuentos... pero Pedro Páramo es otra cosa...

Pedro Páramo es una novela corta, bastante inusual... no lineal... con muchos personajes y remembranzas... el pasado es más constante que el presente, que dura solo un suspiro de hadas.
La acción comienza en el presente, con Juan Preciado, que por encargo de su finada madre regresó al pueblo dónde fue engendrado, a fin de conocer a su padre, Pedro Páramo. Pero desde que llega a las cercanías de La Media Luna, el dominio cacical de don Pedro, las cosas se tornan claroscuras.

Un sinfín de ánimas salen a su encuentro, para conducirlo a Comala y luego a la Media Luna. Y es tanta la presión de esas ánimas en pena, de esos alaridos que brotan de las paredes descarapeladas, las risas incesantes que fluyen como si fueran un aroma penetrante, que Juan Preciado termina por morir en la Media Luna.

Ya en su tumba, junto con la loca del pueblo con la que fue enterrado, se entera poco a poco de la historia de La Media Luna y su vecina Comala, que murieron poco a poco por la voluntad del todopoderoso don Pedro Páramo, hijo de don Lucas Páramo, quien incluso tras la muerte de su eterno amor Susanita San Juan, su amor desde la niñez, su amor aparentemente perdido desde hacía ya mucho tiempo. El amor verdadero, el cual se sopesa, apenas, con frivolidades y caricias pasajeras. Y tanto lo esperó él, que nunca pudo disfrutarlo del todo, pues Susana San Juan traía un remolino de emociones, pensamientos, dudas, temores, tormentos y quejidos atados en su alma y en su cerebro que nunca la dejaron ser partícipe con don Pedro de la inmensa felicidad que simbolizaba su solo presencia (por cierto, esta Susana me recuerda a la Susana san Ratón de El Santos, no sé porqué si nada que ver salvo los santos)...

El final de don Pedro Páramo, el terrible sátrapa de la Media Luna y sus alrededores, es irónico en demasía. Recuerda al final patético de otros grandes hombres, como Barbaroja y su armadura en el río: un borrachito que buscaba caridad pública para el entierro de su esposa cercena de tajo la vida de don Pedro Páramo, quien incluso llegó a jugar con la revolufia mexicana, villistas y carrancistas por parejo.

Ambos textos me dejaron un sabor de boca muy dulce... con ganas de volver a releerlos una y otra vez. Reconozco que prefiero El llano en Llamas a Pédro Páramo, pero ambos cuatro son un baluarte de la literatura universal, no solamente mexicana o hispana...

Rulfo sólo escribió eso, y ha pasado a la inmortalidad. Con solo un libro de cuentos y una novela corta se ganó el derecho de admisión al Valhala, como uno de los mejores de todos los tiempos. Que puta envidia...

Por cierto, no olvidar que el güero Alberto Issac, cuando le dio por hacer cine, llevó a la pantalla grande un cuento de Rulfo: El rincón de las vírgenes, basada en Anacleto Morones.

ACTUALIZACIÓN 2009

Compré hace muchos meses la película Pedro Páramo (Ignacio López Tarso, Julissa, Pilar Pellicer), en un paquete de tres películas mexicanas, sólo por ver esta... nada fuera de lo normal... mediocre cinta, sinceramente, que corrobora el viejo adagio que es mejor el libro que la película...

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