El día de la santa cruz, del albañil, pasaron en el canal de cine mexicano la película de Los Albañiles. Quedé sorprendido por las magníficas actuaciones de Ignacio López Tarso, Salvador Sánchez, José Carlos Ruiz, Katy Jurado, Resortes, David Silva, Salvador Garcini, etc...
Todavía eran rescoldos del buen cine mexicano, de aquel de las cien películas producidas al año, ya en la era de las ficheras, auspiciadas por la hermana cultural del Jolopo.
Al saber que la historia estaba basada en una obra de Vicente Leñero, la apunté mentalmente para conseguirla y leerla. Ya tenía el gusto de conocer al Leñero literario con su Mudanza, que leí en la prepa.
A inicios de la semana, cuando estaba buscando como loco mi Diccionario Biográfico Ilustrado de la Caricatura Mexicana, di con éste... tan pendejo... olvidé que compré el libro hace meses, en una de mis usuales compras para después. Tenía en mi lista de espera Abril Rojo, pero al carajo... luego ni lo iba a leer a gusto por el gusanito de Los Albañiles, y comencé a leerlo el miércoles por la mañana, y terminé de leer el último capítulo hoy en la mañana.
Me resultó fácil la lectura por haber visto la película. Me fue imposible dejar de imaginar a Ignacio López Tarso como doy Chuy, el viejo asqueroso ante el cual gira toda la obra, en el cual convergen todos los personajes, sacando lo peor de ellos.
Yo conozco un tipo así, se llama Alex. El tipo camina por la vida con bandera de pendejo, pero de pendejo no tiene nada. A expensas de un levísimo retraso mental, el wey aprovecha para joder lana y ver tetas. Incluso de menores. La botana de toda la banda, pero de pendejo nada. Lo que lo diferencía de don Chuy es que no toma ni fuma, y que anda por los treintaaños nada más. Pero quien sabe en unos años, este fanatiquito de quinta en lo que se torne.
Leñero se adentra profundamente en la psicología de cada personaje, y de pronto se pierde el hilo en la lectura si el Chapo está pensando, o si Jacinto Martínez está platicando con el hombre de la corbata de rayas.
Y al final, se da por vencido éste... ¿quién pudo asesinar de esa forma tan poética a ese viejo raboverde, joto, ratero y mariguano? Todos tenían una motivación fuerte para hacerlo:
- Isidro: lo manoseó y violó a su novia... alguna razón más poderosa?
- El Cura: violó a su hermana, la Celerina, novia de Isidro, y se burlaba de él...
- El Chapo: Por la canija vieja de don Chuy, que estaba retebuena. Por encararlo en la fiesta del día de la cruz.
- Jacinto: Por vengarse de lo que le hizo a Isidro, a quien comenzaba a ver como su hijito muerto del mismo nombre... por que podía chismear lo de su casita...
- El Nene: por hacerle pagar los ridículos, por sus tres mil pesos, por la frustración acumulada de que nadie lo pela
Aunque quizá fueron los endemoniados, la novia de Satanás...
Obra excelente, con un perfil psicológico de los personajes que ya envidiarían todos los escritorcetes de hoy... un delicioso juego entre pasado y presente que confunde pero al mismo tiempo motiva a leer más, leer quien fue don Jesús, ese pinche viejo hijo de su puta madre que tanto daño causó por la vida...
Un diez...
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