miércoles, 12 de enero de 2011

México, entre los seis países más violentos del mundo


México, entre los seis países más violentos del mundo

El Barómetro de Conflictos 2010, del Centro Heidelberg, compara la lucha entre cárteles con los conflictos en Asia, Medio Oriente y África;

Carmen Álvarez
CIUDAD DE MÉXICO, 10 de enero.- El año pasado, México ingresó al grupo de los seis países más violentos del planeta.

De acuerdo con el Barómetro de Conflictos 2010, realizado por la Universidad de Heidel­berg, en Alemania, nuestro país tiene niveles de inseguridad similares a los de Somalia, Sudán, Irak, Afganistán y Pakistán.

En una escala que va de 1 a 5, México fue calificado con 5, que equivale a “guerra”.
Esto significa, según el análisis, que México vive “un conflicto en el que la fuerza violenta se usa de manera organizada y sistemática, en el que las partes involucradas emprenden medidas amplias y en el que la destrucción es masiva y de larga duración”.

El estudio especifica que en la lucha contra los talibanes que se desarrolla en Afganistán y Pakistán, por ejemplo, se contaron seis mil 800 muertes en 2010. En México, en tanto, reporta más de diez mil ejecuciones en ese lapso.

El Barómetro no sólo hace una radiografía, sino que también ofrece un pronóstico: la tasa de asesinatos seguirá aumentando durante años.

Escala México en lista de países más violentos

Con más de diez mil ejecutados, contabilizados de enero a noviembre del año pasado, México ingresó a la lista de seis países que enfrentan los conflictos más violentos del orbe, junto con Somalia, Sudán, Irak, Afganistán y Pakistán, de acuerdo con el Barómetro de Conflictos 2010 que emite anualmente el Instituto de Investigación de Conflictos Internacionales de la Universidad de Heidelberg, en Alemania.

“Todas estas seis guerras indicaron un endurecimiento y una autoperpetuación de la violencia masiva”, indica el documento.

El Instituto calificó con su máxima escala (5) el enfrentamiento entre los cárteles del narcotráfico y la lucha del gobierno mexicano contra la delincuencia organizada, es decir, se trata del rango que corresponde a una “guerra” de magnitud similar a la que libran los talibanes contra el gobierno de Afganistán, que el año pasado reportó el mayor número de víctimas desde que las tropas estadunidenses y sus aliados invadieron ese país hace una década.

“En combates entre los talibanes y el gobierno afgano murieron más de mil 200 civiles, así como 700 soldados internacionales —en 2010. Éste es el mayor número de víctimas desde el despliegue de tropas estadunidenses en Afganistán en 2001”, registró el barómetro elaborado por investigadores del instituto dependiente del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Heidelberg.

El estudio añade que este conflicto del centro de Asia, que también involucra a Pakistán, dejó en 2010 un saldo total de seis mil 800 víctimas, dos mil más que en 2009.

De allí que la violencia que lastimó a México el año pasado no sólo fue superior a la del centro de Asia, sino también a la de Mogadiscio, la capital de Somalia, donde dos mil 200 civiles perdieron la vida, y superó a la de la región sudanesa de Darfur que en mayo pasado arrojó 440 víctimas fatales.

Asimismo, en el Índice de Estados Fallidos 2010 del Fund for Peace de Washington, Somalia y Sudán ocuparon, respectivamente, el primero y tercer lugar; Irak, Afganistán y Pakistán tienen respectivamente los sitios seis, siete y diez. México ocupó el casillero 96, aunque su calificación de Desarrollo Económico Desigual ha sido bastante similar a la de esos países, al menos desde 2005; además de que su calificación derivada del problema de que su aparato de seguridad opera como un Estado dentro de otro Estado, ha seguido empeorando.

El día más violento

Un estudio del Center for a New American Security de Washington estimó que en junio de 2010 el número de ejecuciones fue mayor a mil 200, mientras que el barómetro de la Universidad de Heidelberg destacó que el 10 de junio de ese año se estableció un nuevo récord de intensidad en el nivel de violencia con 85 asesinatos en un lapso de 24 horas.

“El conflicto por el predominio regional entre los principales cárteles del narcotráfico, el de Sinaloa, el del Golfo, Los Zetas La Familia y los Beltrán Leyva por un lado y el gobierno por el otro lado, escalaron a una guerra de plena intensidad.

En los primeros cuatro meses de 2010 se reportaron 151 enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y miembros de los cárteles del narcotráfico”, dice el documento.

Desafío al Estado

Pero más allá de la enorme cantidad de muertos —de cuyo fenómeno Excélsior registró 12,905 al cierre de 2010—, el Barómetro de Conflictos de ese año destacó que las bandas parecieron cambiar su forma de operar, desde principios de diciembre de 2009 las organizaciones criminales, además de enfrentarse entre sí, comenzaron a atacar a las fuerzas del orden del Estado.

Lo que desde el punto de vista del otro estudio que el Center for a New American Security elaboró en septiembre para el Laboratorio de Investigación del Ejército en Estados Unidos, significa que la llamada “guerra contra las drogas” se convirtió ya en una “insurgencia criminal” de alcance transnacional que desafía al Estado mexicano, además de ser la peor amenaza a la seguridad nacional estadunidense.

Lo anterior parece dar sentido al comentario titulado “Afghanistan South” con el que Patrick Buchanan, el ex consejero de Nixon, Ford y Reagan (para MSNBC el 6 de marzo de 2009), predijo que después que regresen las tropas estadunidenses de Irak, Afganistán y Corea a ese país, habrá un ejército de Estados Unidos en la frontera con México.

En esos días el Departamento de Estado de EU declaró que la corrupción a través de las instituciones públicas de México continuaba como un impedimento crucial para reducir el poder de los cárteles de la droga. A lo que el presidente Felipe Calderón respondió que los crímenes se cometen en México, pero el dinero en efectivo y las armas vienen del territorio estadunidense.

Se escurren por el sur

Ya desde el Barómetro de 2009 el instituto alemán consignó que varios cárteles mexicanos, incluidos Los Zetas, el cártel de Sinaloa y el cártel del Golfo se estaban disputando el control de varias regiones de Guatemala y que en diciembre de 2008 el presidente Álvaro Colom denunció que el del Golfo ya se había apoderado de Huehuetenango, de algunas zonas de Alta Verapaz, del Quiché, del Petén y de algunas partes de la costa del Caribe.

“El 1 de marzo de 2009, Los Zetas amenazaron con matar a Colom y el 30 de julio el gobernador del departamento de Petén, Rudel Mauricio Álvarez, sobrevivió a un intento de asesinato de pistoleros de ese cártel”, dice el barómetro de conflictos de ese año. Para entonces, la guerra del narco en México había escalado ya al nivel de una “Crisis Severa” con calificación 4.

El pronóstico, según el barómetro de 2010, es el mismo que adelantó el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, al señalar que la tasa de asesinatos apunta a seguir en aumento en los próximos años.

Antes de 2006 México no figuraba como una nación violenta en los Barómetros que el Instituto de Investigación de Conflictos Internacionales de la Universidad de Heidelberg empezó a documentar y a evaluar desde 1991. Tan es así que en los de 1997, 2002, 2003 y 2004 México presentaba dos “conflictos latentes”: el de los zapatistas en Chiapas y del ELN en Guerrero.

Para 2005 al gobierno de México le quedaba por resolver el conflicto zapatista, por lo que recibió la calificación “1, latente”, que es la más baja de la escala del barómetro de la Universidad de Heidelberg; sin embargo, a partir de 2006 México se convirtió en un protagonista del Barómetro con dos conflictos de calificación 3, correspondiente a las crisis que ya implican el uso esporádico e incidental de la violencia: Se trataba del enfrentamiento de la APPO contra el entonces gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, y del enfrentamiento de la oposición contra el gobierno federal tras las elecciones del 2 de julio de 2006.
2011-01-10 05:17:00

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