domingo, 12 de diciembre de 2010

Avanza Yunque en el PAN



Avanza Yunque en el PAN
Apro/Álvaro Delgado
NOTA PUBLICADA: 12/12/2010

Desde el lugar reservado en el presidium para Felipe Calderón, a quien reemplazó en una elección crucial que trasciende el actual sexenio, Margarita Zavala Gómez del Campo supervisó, paso a paso, la victoria de Gustavo Enrique Madero como presidente del Partido Acción Nacional (PAN).

No ocultó su regocijo con la declinación pactada de Cecilia Romero y Francisco Ramírez Acuña a favor de Madero, que terminó de hundir a Roberto Gil Zuarth, quien no alcanzó el primer lugar en la única votación.

Y cuando Gil anunció la ruptura, alegando que Madero incumplió su palabra al excluir del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) a Patricia Flores Elizondo, la ex jefa de la Oficina de la Presidencia, y a Jorge Manzanera, operador electoral de Calderón desde que presidió el PAN, Zavala perdió la compostura.

Sin la mesura y la discreción que se le atribuyen, y ante la mirada de periodistas y consejeros, la esposa de Calderón encaró, con el rostro endurecido, a Gil Zuarth para reprocharle, manoteando, el reclamo que socavaba la credibilidad de Madero en el inicio mismo de su presidencia.

El frustrado candidato de una facción del felipismo -cuya fractura fortaleció a la organización ultraderechista de El Yunque- abandonó la sede del PAN, donde el sábado 4 y el domingo 5 se celebró la sesión del Consejo Nacional, pero dejó la acusación que enfureció a Zavala: “Roberto Gil Zuarth lamenta que no se hubiere honrado al compromiso de conformar un Comité Nacional plural”.

El lunes 6 Excélsior publicó una entrevista con Zavala en la que se dice “muy contenta y muy orgullosa de Acción Nacional”, porque resultó fortalecido con la elección de Madero.

–¿Era tu candidato? -le preguntó el reportero Héctor Figueroa.
–Ya es el jefe nacional de todos.

Pero el de Madero fue el triunfo de Margarita Zavala: a partir de que se inscribió como candidato, en un proceso tutelado de principio a fin desde el Gobierno, le hizo explícito su respaldo a través de sus allegados, particularmente la diputada local Mariana Gómez del Campo, su prima.

El respaldo público de varios de sus amigos como Juan Molinar y Salvador Vega Casillas, secretarios de Comunicaciones y Transportes y de la Función Pública, así como los gobernadores de Baja California y Sonora, Guadalupe Osuna y Guillermo Padrés, tampoco dio lugar a dudas.

Mariana Gómez del Campo, Molinar y Vega se integraron al CEN junto con Maki Esther Ortiz Domínguez, subsecretaria de Salud, y Maximiliano Cortázar, un empleado de la familia Zavala desde hace al menos dos décadas, y en la Secretaría de Vinculación con la Sociedad se nombró a Liliana Rojero.

Pero además, según información cotejada por el reportero, Zavala impuso un veto: posición “cero” para Patricia Flores Elizondo, principal impulsora de Gil Zuarth, junto con Germán Martínez, quien siendo integrante del CEN por ser expresidente del PAN, no asistió a la sesión inaugural el miércoles 8.

En entrevista con este reportero, Madero evade definir si el respaldo de Zavala Gómez del Campo fue decisivo para su victoria y ataja especulaciones panistas y periodísticas sobre su eventual postulación como senadora en 2012, y aun como candidata presidencial para suceder a su marido, como ambicionó Marta Sahagún durante el sexenio de su marido, Vicente Fox.

“Yo ignoro, al final del día, cuál fue el voto individual y secreto de cada uno de los consejeros, pero confío en que todo se hizo pensando en el partido”, aclara Madero en entrevista con este reportero, el jueves 9.

–Fue elocuente el apoyo de Margarita Zavala…
–Yo creo que hubo gente de distintas cercanías, tanto con Margarita como con el Presidente, que estuvieron participando a título personal. Esto no se puede etiquetar como un compromiso de ninguna otra especie. No, absolutamente no.
–¿Fue Margarita quien le pidió vetar a Patricia Flores?
–No, no. Eso es absolutamente falso.

Margarita, presunta aspirante presidencial

Las versiones de una eventual candidatura presidencial de Margarita Zavala, a quien desde antes de la toma de posesión de su marido se le hizo un estudio de imagen y posicionamiento por la empresa De la Riva Información Estratégica -a un costo de casi un millón de pesos–, han sido insistentes.

Aunque los panistas lo comentan con disimulo, en los medios ha sido tema.

La más reciente encuesta sobre la popularidad de Zavala, publicada el 27 de septiembre en Excélsior, la ubica sólo detrás de Calderón y por encima del senador Santiago Creel, de Molinar y del secretario de Educación, Alonso Lujambio.

De acuerdo con Ulises Beltrán, en el “populómetro semestral” que realiza la empresa BCG para ese diario, “es notable el aumento en el conocimiento de Margarita Zavala, que aumenta en un año de 54 a 70%, aunque no mejora su imagen (6.7 a 6.5 en el índice de opinión)”.

Apenas el 30 de noviembre, en ese mismo diario, el columnista Jorge Fernández Menéndez publicó en su columna “Razones” la posibilidad de que Zavala sea candidata presidencial del PAN en 2012, debido a que existen “datos tan duros como la capacidad, la exposición o los índices de aceptación y popularidad”.

Según él, “no hay nada en el priísmo y el perredismo a lo que le teman más de cara a 2012” que a Zavala, y “no hay, tampoco, ningún candidato o candidata en el PAN que pudiera competirle”. Y reflexionó: “Sé que se aparta de toda tradición política nacional. Pero hemos visto tanto, han cambiado los paradigmas de forma tan radical, que cada día, en lo personal, Margarita me parece una opción menos descabellada.”

Pero por ahora la elección del presidente del PAN que conducirá el proceso interno hacia el 2012 y la propia elección constitucional desmembró a la facción afín a Calderón, cuyos integrantes cruzaron acusaciones de presión y chantaje a los consejeros nacionales.

Los principales señalamientos se dirigieron a los del equipo de Gil Zuarth, como Gerardo Ruiz Mateos, jefe de la Oficina de la Presidencia, que antes ocupó Flores Elizondo, aunque los gilistas también acusaron que ésta sufrió una campaña de desprestigio desde la dirigencia del PAN, particularmente de Maximiliano Cortázar.

El controvertido Guillermo Anaya Llamas, compadre de Calderón, ex coordinador del grupo parlamentario y uno de los pocos senadores que no apoyó a Madero, reconoce la ruptura en el grupo hegemónico del PAN, pero aclara que es, “sin duda, superable”, sobre todo por parte de quienes, como él, respaldaron a Gil Zuarth.

“Si hubo algunas diferencias porque algunos acompañaron a Roberto en su candidatura y otros a Madero, incluso a Cecilia y a Paco Ramírez, todas estas diferencias son muy salvables, porque entendemos que quedan dos años muy difíciles y que tenemos que apoyar al gobierno y al PAN para que nos vaya bien a todos”.

Senador por Coahuila, a cuyo Gobierno estatal será candidato del PAN, Anaya –que tiene demandado por “daño moral” al corresponsal de Proceso en esa entidad- afirma que Gil Zuarth también “cerrará filas” con Madero, pese a que lo acusó de faltar a su palabra en la integración del CEN. “Ya hablé ayer miércoles con él y está en esa lógica”.

Ante las versiones de panistas en el sentido de que Gil Zuarth fue sacrificado por un apoyo que no se materializó, quien fuera secretario general del PAN en un tramo de la presidencia de Germán Martínez insiste en que “no hubo línea” de Calderón ni de Margarita Zavala, su comadre.

“No solamente fue una percepción, sino que fue una realidad que el presidente no intervino y dejó que los consejeros deliberáramos sobre quién debía ser el presidente. Es el mismo caso de Margarita.”

–¿Margarita fue un factor?
–No lo creo.

El Yunque arrebata

Contrario a lo que aducen los felipistas que apoyaron a uno u otro candidato, sobre todo a Gil Zuarth, sí hubo línea, pero fue vencida, coinciden el senador Santiago Creel y Juan José Rodríguez Prats, que respaldaron al ex gobernador Ramírez Acuña.

“Lo que demuestra este Consejo Nacional es que, si alguien pensó que había o quería imponerse una línea, los votos fueron tan contundentes que desbarataron esa posibilidad”, dice Creel.

–¿“La línea” es la línea presidencial?
–Sí, la línea del grupo que había venido dominando el partido.
–¿Entonces perdió Calderón?
–La línea de Los Pinos, la línea del Gobierno, son muchas maneras de decirlo.

Sin embargo, Creel se mostró contento porque varios de sus simpatizantes ingresaron al CEN por la alianza con Ramírez Acuña –quien sucederá a Josefina Vázquez Mota en la coordinación de los diputados cuando ésta se lance a su precampaña presidencial–, como la diputada federal Gabriela Cuevas, la senadora Beatriz Zavala y Rodríguez Prats.

Y pese a que hubo intentos de vetarlo, pudo ingresar Marko Antonio Cortés, senador por Michoacán y aspirante a la candidatura del PAN al gobierno del estado (que ambiciona también Luisa María Calderón, pese al compromiso público que hizo al inicio del sexenio de no participar en política).

La hermana de Felipe Calderón ingresó al CEN como cuota de Gil Zuarth, lo mismo que la chiapaneca Gloria Luna y la sonorense Dolores del Río, afines a Germán Martínez, a quien el consejero Adrián Fernández, funcionario de la Oficia de la Presidencia y promotor de la candidatura de Cecilia Romero, no lo ve como derrotado. “No se pierde lo que no se tiene”, sentencia.

En ese mismo sentido, Rodríguez Prats, uno de los 13 miembros del CEN que eligió el Consejo Nacional y que se sumaron a los 27 propuestos por Madero, acertó en su pronóstico de que el triunfo de Gil Zuarth era “matemática y moralmente imposible”.

En entrevista, Rodríguez Prats explica: “Gil llegó a su techo con los 122 votos que obtuvo. Yo esperaba que tuviera unos 90 votos, pero presionaron muy fuerte los últimos dos días de parte de Manzanera y Ruiz Mateos. Al final declina y negocia, porque iba a ser barrido en la segunda vuelta”.

De esta manera, dice, no se materializó una tercera imposición después de Germán Martínez y César Nava. “Evitamos una tercera imposición y esto es lo más importante. Germán y César fueron malos presidentes designados y el PAN terminó con esa pesadilla”.

Pero, además, el PAN recuperó en este proceso interno su tradición democrática y Madero, asegura, le dará respetabilidad al cargo, porque no fue el candidato oficial: “Roberto Gil nunca lo pudo decir, porque cuando le tocaba el discurso invariablemente decía su lealtad a Felipe”.

A eso se suma el artículo escrito por Germán Martínez en el que afirma que el próximo presidente debe ser el del “postcalderonismo”, como se hizo llamar Gil: “En mis más de 40 años de vida política nunca había visto algo más servil. Es un chantaje de Germán”, dice Rodríguez Prats.

Acusa: “Gil es el representante de un grupo faccioso, cerrado y que llevaba intereses personales muy claros para posicionarse del partido; esto lo evitamos”.

–¿La acusación de Gil de que Madero no cumple con su palabra socava su credibilidad?
–Al contrario, esta actitud nos confirma la acción de este grupo.
–¿Realmente Madero es capaz de decirle no a Calderón?
–Primero, el presidente no daría órdenes y pegaría al escritorio al presidente del partido. Ahí se va a entablar una relación de más respeto, precisamente por la forma en que Madero llega, y en segundo lugar creo que Madero le va a dar respetabilidad al PAN.
–¿No es dócil?
–Esa impresión da. Es un buen conciliador y creo que tendrá una actitud valiente.

El otro ganador

En la elección del PAN hay otro ganador: el Yunque, la organización secreta que conquistó al menos 16 de los 40 espacios del CEN, entre ellos la secretaría general para Cecilia Romero, Herbert Taylor, Juan Manuel Oliva, Marco Adame, Gustavo Parra, Juan Carlos Mondragón, Rogelio Carvajal, Jesús Ramírez, Elia Hernández y Mariela Pérez.

El Yunque capitalizó también la rebelión de mujeres que exigieron garantizar para ellas el 40% de los lugares y, al retirar Gil Zuarth sus propuestas, coló a Teresa Ortuño, Alejandra Reynoso, Alfredo Rivadeneyra, Jorge Ocejo, Héctor Larios y Fernando Torres.

En la lista de 13 que votó el Consejo Nacional quedaron fuera aliados del propio dirigente Madero, como Ulises Ramírez, senador por el Estado de México; la senadora Lucía Larios, suplente del gobernador Guillermo Padrés, y José González Morfín, que integrará el CEN como coordinador de los senadores.

Madero no ignora que al menos 16 de los 40 integrantes del CEN están identificados con El Yunque:

“Hay una representación de distintas expresiones que son realidad en el PAN. Con todas, absolutamente con todas, yo quiero ser un factor de interlocución para buscar las coincidencias que tenemos como un proyecto de partido y de país”.

Y pondera: “Hay en el PAN personas más conservadoras y más liberales, esa es una realidad, pero entre todos hay una confluencia y una coincidencia en que el PAN es el mejor partido que tenemos los mexicanos para seguir impulsando reformas y una modernización del país”.

–¿Se derechiza más el PAN?
–No, no. Es una revelación de todas las visiones que existen en un CEN que será dialogante, con debate a la vieja usanza, y saldrán los consensos, los acuerdos y las mayorías democráticas.

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