sábado, 21 de agosto de 2010

Aleks Syntek, o la gordita no aguanta nada...



En las últimas semanas me alejé de Twitter por salud mental, lo cual no significa que borré mi cuenta o que jamás volveré a meterme a mentarle la madre a @FelipeCalderon y compañía. Simplemente ahorita quiero estar al 100% concentrado en otros menesteres.

Pero Twitter no me va a esperar, sigue causando ámpula por doquier. la última noticia, cual chisme barato de pedicuristas desempleadas de televisa, es que la nena Syntek, la gordita de Chiquilladas, aquel mítico programa con el cual, afortunadamente, yo no crecí embelesado, hizo una rabieta porque la gente le dijo sus verdades: la rola que era oficial, pero ya no lo es, del BicenteNarco, es poco menos que vomitiva. No aguanto vara y grita a los cuatro vientos "córtala, córtala".

La bendición de esas nuevas redes en internet, es que las noticias se distribuyen a nivel mundial en el mismo instante que suceden. No da tiempo a la censura gubernamental ni religiosa para reaccionar y redireccionar, a su modo, los acontecimientos. La voracidad de los medios, para tener la primicia, en franca competencia con los ciudadanos corrientes, de a pie, que con un cada vez más accesible acceso a las tecnologías del nuevo milenio, reportan desde el mismo lugar de los hechos los sucesos que antes ni en el noticiero de la noche se dignaban en transmitir. Allá de los ilusos o perspicaces que le crean o no. Bendita competencia.

Los artistas, grandes y jodidos, como Syntek, se suben al carro de las redes sociales, como esperando aplausos de todo el mundo. Notas eróticas, fotos reveladoras. Pero se dan de topes con la realidad: el castillo de cristal donde mantenían su pureza se astilla al ver que, no a todos agradan, y que incluso entre sus seguidores hay fuertes detractores. La red no está llena de aduladores de quinta. Está poblada también de seres pensantes, sapientísimos, o que hacemos el intento por no caer en la mediocridad de los que ven tv azteca para informarse pues se les hace Alatorre combativo, ético y comunicador de excelencia, mientras en televisa lo único bueno que hay son las series gringas...

La canción en cuestión la escuché con Pepe Cárdenas allá del martes. Y no ocupé más que esos tres o cuatro minutos para defecarla. Que mierda de canción!!!

En los foros leo mil mentadas de madre y un par de solícitas defensas a la gordita de Chiquilladas. Que los que osamos mostrar nuestra animadversión contra la grandiosa música, diferente, somos unos envidiosos, que no tenemos nada que hacer, y que, a final de cuentas, ¿qué hemos hecho por México?

Argumentos falaces de mentes trocadas por la fantasía de Disney, de princesas en castillo, y duendes con ollas de oro al final del arcoiris en la tierra de Nunca Jamás. Critíco porque puedo. Critico porque debo. Critico porque aunque no soy músico, y nunca he escrito una canción ni realizado el arreglo musical de una letra, tengo la capacidad para distinguir de una buena canción, combinación de letra y sonido, y de una bazofia. Y esa canción aspiracional de programa dominguero de reality show pirateado de la TVE en México, ni exalta la rica y vasta historia de mi nación, ni me da orgullo, ni me dice nada digno en estos momentos de violencia sin fin, de ríos de sangre que sirven de riegan de forma siniestra a mi amado país.

Lo único que dice es que los de arriba creen que somos unos perfectos imbéciles, que con cualquier hueso que nos arrojen seremos felices. Pero la realidad es distinta a sus infantiles elucubraciones. Se dieron cuenta, y ya salió la SEP a decir que esa no es la canción oficial; casi diciendo que al tal Syntek ni lo conocen y que la canción es repulsiva hasta para sus bastos modales.

Lo exhiben, lo ridiculizan y luego lo abandonan, jejeje. Pero tanto tiene la culpa el que mata la vaca, como el que le agarra la pata, y hasta la vaca, por pendeja...

Los dejo con la canción que exacerbará todos sus sentimientos masiosares, y los acompañará en los festejos próximos, con tequila y José Alfredo...



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