martes, 13 de julio de 2010

ánimo pinche Edgar!!!


No lo niego, pues me caracterizo por pensar siempre por adelantado las cosas; ir siempre dos pasos delante de lo que los demás puedan siquiera fantasear.

Sí, ahorita la vida es genial. El nivel de hermandad que hemos alcanzado los de la prepa es poquísima madre. Pisteamos chido, hemos intimado como ya quisieran parejas de casados en sus bodas de plata u oro; nos echamos la mano cuando hace falta. Yo se los he dicho ya: los considero hermanos, los que el destino me negó.

Pero este hermoso estado no durará por siempre. Nada es eterno. Todo llega a un final. y como se lo he dicho a la Ruth, la muerte llega sin avisar y deja inconclusos los ciclos. ¿Qué pasará cuando comencemos a sucumbir a su dulce néctar? ¿Quién será el primero? ¿Y si soy yo? ¿Resistiré la partida de mis hermanos? ¿En cuánto tiempo será el primero?

Vemos la muerte lejana. En los noticieros. En ciudad Juárez, en Irak. Pero está más cerca de lo que suponemos. Al menos eso lo sé yo de memoria, quien ha resentido las acometidas de la puta señora muerte muchas veces en mi vida. Mi padre, mi tía, mi abuelo materno, mi primo el Gordo, mi abuela materna, una prima nonato y la tía de mi madre, en un periodo no superior a los 30 meses. No mames. Me tocó en la mayoría de esas casos estar al frente del ataud, rodeado de veladoras y gente, encabezando el rosario. Por ello ya no tolero el aroma de las vela, veladoras. Me recuerdan a la muerte. Y menos de cebo. Aunque, La muerte me obsesiona desde niño. Desde que vi a Petra, de unos 15 años, y yo de menos de 8, en su ataud abierto, sólo separándonos el cristal. Con los algodones en los orificios de su nariz y su rostro lejano, alejado.

¿Quien sería el primero del IPC? ¿Fernando, mezclando sus mamadas? ¿yo? ¿Alan? ¡Coño!

Mi celular estaba arrumbado por algún rincón, y pasadas las 10 lo veo. Un mensaje. Que raro, nadie me pela jamás. Es Toño. Literal, me pone "Sr. En cuanto pueda si quiere venir al hospital aranda de la parra q el edgarse cayo y lo estan operando de la cabeza le avisa a alan". Puta madre, el mensaje es de las 8:24 PM. Ni lo dudé. De inmediato busqué al Alan en el messenger y se lo dije. "No mames", exclamó, como me lo diría después. Su esposa se sorprendió. Y más sería su incredulidad al enterarse del motivo. Tampoco lo dudó. De inmediato dijo que venía por mí. "Espera", le dije, "déjame hablo primero con Toño para confirmar bien todo". Vaya confirmación. Edgar cayó de una escalera, hacia atrás, y se golpeó en la cabeza. De cinco pisos. Fractura de cráneo, se rompió también los brazos. Estaba en coma. Llevaban dos horas operándolo, para sacárle los coágulos. Al menos duraría otros 45 minutos lo que restaba de la operación. Vaya confirmación.

Alan tardó como media hora, el pendejo, en llegar a mi casa. De ahí fuimos por otro cuate de la banda de Edgar, y de ahí al hospital. Deséabamos que Toño hubiera exagerado. Que el Edgar no estuviera tan grave. Y sí exagero un poco: no eran 5 pisos, sino metros. Aún así, caer de esa distancia, de cabeza, no mames.

Al llegar al hospital, estaba la madre de Edgar. Y su novia, deshecha. Toda roja de la cara, de los ojos. Esperamos, aguardamos y seguimos recorriendo la noche. Nunca una hora pasó tan lenta en nuestras vidas. Alan desesperado, incrédulo, interrogando a la madre de Edgar, a su novia. Pero la info no variaba mucho. Hasta que llamaron a la señora y a su novia. Y se tardaron otro enorme lapso de jodido tiempo. De pronto, una puerta se abre. Una camilla avanza. "Pensé que llevaba a un viejito", dijo Alan. Pero no, era el Edgar. Rejodida madre. Sólo Alan y el carnal del Edgar avanzaron. Los demás nos quedamos en la pendeja. Alan regresó peor de como se fue. "Irreconocible... el rostro hinchado, rapado, rojo de donde lo abrieron... partes moradas de la cara...".

A terapia intensiva. Cuando, después de otro largo rato salió su mamá de estaban explicándole la situación, y tajante nos dijo que si no hubieran operado a Edgar, no hubiera sobrevivido. Su estado es crítico. No ha pasado el peligro. Tres días estaría en terapia intensiva para monitoriar su evolución. Todos los que formamos un semicírculo a su alrededor nos conmovimos duramente. Y daba gusto que de los muchos que estábamos, más de la mitad éramos sus cuates, sus amigos, sus carnales, sus brothers. Y todos estábamos muy mal, aunque no todos lo demostrábamos de la misma forma. Las niñas y un chavo emo casi lloraban, su cara hinchada y roja apenas se contenía. Alan reía, de nervios. Toño con sus clásicos "así es señor"... y yo, perplejo, pero con optimismo. Lo dije varias veces, tanto al hermano de Edgar, como a su novia Danny: yo no sé como le va a hacer el cabrón, pero tiene que ponerse bien rápido, para pistear con nosotros y ponernos hasta la madre, como antaño. Como ese final pasado en común que hemos venido compartiendo desde hace un lustro.

La madredel Edgar, entera, sacando fuerzas que dios sabe donde, nos dijo que era inútil estar ahí. los doctores le habían dicho que se marchara. Y mañana horario de visitas: 11-12, 4-5 y 9-10. Antes de irnos decidimos ir por un café a la Guadalajara. Aunque yo compré un Arizona, igual que el carnal del Edgar, el Daniel, un wey del que había oído, por lengua del Edgar, pero con el que nunca había tenido la oportunidad de pistear. Hicimos buena química, y mientras Alan cotorréaba con su cuate Ricardo, el Toño y yo lo hacíamos con el Daniel. Para reducir el estrés claro. Por que, la verdad, está bien, pero bien cabrón la situación...

Regresamos, acabamos lo que compramos en la farmacia, subimos a despedirnos, y Alan nso dio raid a Daniel, Toño y a mí, para volverse a regresar con su cuate. Por cierto, un tránsito nos paró a escasos 20 metros de mi casa. Si no hubiéramos andado en la zona, sí se manchaba, pero olieron el peligro y nos dejaron en paz.

La noche será larga. y los tres días, más. Danny se quedó en el hospital, y todos los demás, mañana martes regresamos. A la Ruth le hablo por la mañana, y al Fer le mando un mensaje para que esté enterado. Porque, insisto, el Edgar es banda... es un wey con el que hemos pasados horas y horas de pedas, risas, algarabía y confidencias. Aunque no tantas como deberían. Es un bro de ley que se ganó el título de IPC HONORARIO. Lo merece más que muchos de los que sí estuvieron.

Ahora bien, recapitulando, la situación del pinche Edgar es delicada. Como dice Alan, él lo está viviendo por segunda ocasión. A su pinche hermano Aldo le pasó algo similar. Cayó de cabeza y estuvo en coma por varias semanas. Los doctores le dijero na la familia que tendrían suerte si sobrevivía, pues podría quedar en estado vegetal. Y aunque Aldo no es precisamente un ejemplo positivo de nada, "al menos se limpia solo el rabo". Las probabilidades de que Edgar no quede "bien", son muchas. No especularé al respecto, pero hay esas malas noticias. Pero, si Aldo sobrevivió, y es funcional hoy día, con más razón alguien como Edgar debe salir adelante. Este cabrón ama la vida, el desmadre, las pedas... y a su novia. Tiene que salir adelante... tienes que salir adelante, puto Edgar. Los cuates vamos a estar para echarte la mano.

Y dentro de algunos años, alrededor de alguna fogatita, te vamos a echar carrilla y a dar pambas por habernos asustado, culero. No nos puedes dejar. Aunque la vida es culera, nos haces falta, y todos, como la familia de disfuncionales que hemos logrado construir con el tiempo, tenemos que seguir con nuestras pedas el mayor tiempo posible, hasta que la disfunción eréctil gobierne nuestras vidas, y los exámenes rectales realizados por pianistas tengan que ser cada seis meses de rigoroso a huevo...

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